ETA atenta contra una empresa de transportes vasca sin causar víctimas

La banda terrorista ETA hizo explosionar la madrugada de ayer una bomba colocada en los bajos de un camión de la empresa de transporte de mercancías Azkar, que estaba estacionado en un aparcamiento que la compañía tiene en su sede de la localidad vizcaína de Bedia. Una llamada anónima a los bomberos alertó de la colocación de la bomba a las 2.00 horas de la madrugada, 30 minutos antes del estallido. El atentado no causó víctimas aunque sí cuantiosos daños materiales. Las primeras informaciones apuntaban a la existencia de dos bombas, dado que fueron dos explosiones las que se pudieron escuchar, si bien fuentes oficiales confirmaron posteriormente que se trataba de un solo artefacto, colocado debajo del motor del camión y que hizo que también éste explosionara. Además del vehículo siniestrado, que quedó destrozado, la onda expansiva provocó graves daños en otros dos camiones de la compañía de transporte de mercancías por carretera. Todas las fuerzas políticas y sociales condenaron ayer la acción perpetrada contra la empresa vasca de transporte. El Gobierno Vasco hizo público un comunicado con su más enérgico rechazo, sobre todo por el «injustificable» del «chantaje y la violencia» que la banda hace contra los intereses empresariales de la comunidad autónoma. «ETA pone en riesgo -señala el comunicado la estabilidad y el futuro de una empresa que da empleo a personas que tienen derecho a disponer de un puesto de trabajo y a que la violencia no lo ponga en riesgo atentando contra la viabilidad de la empresa». El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, también quiso también quiso mostrar su repulsa por el atentado contra Azkar y por los métodos mafiosos y fascistas que la organización terrorista utiliza para amedrentar a la sociedad vasca y a su tejido empresarial. Tras ello, animó a confiar en el acoso judicial y policial que se está realizando sobre ETA y su entorno, «frente a planes soberanistas inciertos». La acción perpetrada este domingo en Bedia es el cuarto atentado de ETA en menos de un mes en la provincia, lo que corrobora las tesis policiales sobre la reconstitución del «comando Vizcaya» en la zona, con una estructura estable. En junio se pudo desactivar una bomba que ETA había colocado en un coche en el centro de Bilbao, muy cerca de la Feria Internacional de Muestras de la capital, que no explotó a tiempo por un fallo en el detonador. Ese mismo error cometían el pasado martes, en la colocación de una olla dentro del maletero de un coche aparcado junto a una subestación eléctrica de Iberdrola, en las afueras de Bilbao, en el barrio de Rekalde. La que sí explosionó fue la bomba colocada en un servicio del hotel Los Tamarises, en el municipio vizcaíno de Getxo, que quedó destrozado sin que hubiera que lamentar víctimas dado que, como en el resto de las ocasiones, una llamada anónima advertía de la colocación. El propio ministro del Interior, Ángel Acebes, admitía ayer, tras condenar este nuevo atentado de la banda terrorista, que todos los datos conducen a pensar que ETA cuenta con una nueva estructura estable en la zona, aunque consideraba prematuro hablar de la existencia de un nuevo «comando Vizcaya».