La jueza de Puertollano envía a prisión al acusado, que no muestra síntomas de arrepentimiento
El análisis balístico confirma que Galán es el asesino de la baraja
Un casquillo encontrado en su casa coincide con el hallado en el lugar del primer crimen
La Brigada Provincial de la Policía Judicial de Madrid ya tiene la primera prueba de cargo para acusar a Alfredo Galán Sotillo de los seis homicidios consumados del asesino de la baraja entre el 24 de enero y el 18 de marzo. El análisis balístico, fiable al 99'8 por ciento, confirmó ayer que un segundo casquillo percutido encontrado en la casa en la que residía el ex militar en Alcalá de Henares (Madrid) fue disparado por la misma arma utilizada en el primer asesinato de la serie, el de Juan Francisco Ledesma, el portero de la calle de Alonso Cano del distrito de Chamberí, al que «ejecutó», según sus propia expresión, de un tiro en la nuca, aunque no dejó naipe para «desconcertar a la policía» y que pensara que detrás de los crímenes «había dos personas». La vaina, que se presume clave para imputar a Galán al no haberse hallado el arma, fue encontrada el viernes en la casa de la hermana del ex cabo del Ejército en el barrio de La Alcazaba de la localidad de Los Hueros, muy próxima a Alcalá de Henares, en la que habitualmente vivía el ex militar de Ciudad Real. Las marcas del casquillo hallado -según fuentes de la investigación- son idénticas a las que tenía la vaina que los funcionarios recuperaron el 24 de enero en el portal en el que fue asesinado Ledesma. Galán, que confesó en el interrogatorio de este domingo que dejó el casquillo en ese crimen «para dar pistas» a la Policía, posteriormente fue recogiendo las vainas para despistar a los investigadores. Los técnicos de balística, sin embargo, no han podido confirmar con tan alto índice de fiabilidad que los proyectiles (bastante dañados) recuperados de los cadáveres de sus otras cinco víctimas mortales y de sus dos heridos correspondan a la misma arma que percutió el casquillo hallado en Alcalá de Henares, si bien han certificado que todos las balas son del mismo calibre: el 7'62x25 Tokarev, la munición que utiliza la pistola Tokarev TT33 que Alfredo Galán dijo usar en sus crímenes y que compró durante su estancia en Bosnia por 400 euros. «Ineficacia policial» En su quinta declaración ayer en la comisaría de Tetuán, el presunto homicida, que se volvió a «vanagloriar» de haberse entregado ante la «ineficacia policial», dio todo lujo de detalles del asesinato del portero para probar su autoría: la ropa que llevaba la víctima, la posición en que quedó el cadáver y cómo obligó al portero a arrodillarse ante la mirada de su hijo de dos años antes de «ejecutarle». A decir de los agentes que participaron en último interrogatorio de Alfredo Galán en la Comisaría de Madrid, «su única preocupación ha sido dejar bien claro que él es el autor de todos los asesinatos, pero en ningún caso se ha mostrado arrepentido».