La Corporación pierde dos representantes para esta legislatura, tras bajar el censo de León de los 500.000 habitantes
La primera Diputación provincial, con 25 miembros, se crea hoy con 11 caras nuevas
Los tres partidos (PP, UPL y PSOE) han tenido problemas para elegir a sus representantes
La Diputación provincial celebra hoy su primer pleno tras los ocho años de la «era Díez». El nuevo presidente, el popular Javier García Prieto, tendrá ahora la obligación de devolver la normalidad a una institución que ha vivido, sobre todo en estos últimos cuatro años, una convulsa crisis interna en el seno de un grupo, el del PP, que, curiosamente, ostentaba la mayoría absoluta con 14 diputados de 27. Como la población leonesa ha bajado del medio millón de habitantes, la Corporación provincial también se reduce y pasa de los 27 diputados antes citados a 25. Aún así, el PP continúa ostentando la mayoría absoluta con 13 escaños, al mantener cinco en León, cuatro en el Bierzo y uno en La Bañeza, Astorga, Cistierna y Sahagún. Por su parte, el PSOE, que en la anterior legislatura contó con nueve diputados, recupera uno. En León también obtuvo cinco, por tres en el Bierzo y uno en Astorga y otro en La Bañeza. La UPL pasa de tres a dos escaños, todos ellos elegidos por el partido judicial de León. Un complejo proceso electoral La Diputación provincial es una institución cuyos representantes no se eligen de forma directa por los ciudadanos. Son los concejales electos de cada partido político y en cada partido judicial los que, al menos teóricamente, avalan y votan a sus representantes en la Diputación, que a su vez también tienen que ser concejales en algún municipio de su circunscripción. Aunque estas votaciones son libres, los «aparatos» de cada partido suelen proponer a sus propios candidatos que, en la mayor parte de los casos, son aceptados con más o menos reticencias por los concejales. En algunos partidos judiciales, como he ocurrido con el PP en el Bierzo, en Astorga o en Sahagún o con la UPL también en León, se presentan varios candidatos. Cuando esto ocurre, existen dos fórmulas para solucionarlo: los partidos pueden convocar una reunión interna previa en la que los concejales voten por una u otra lista o aspirante que luego debe ser ratificado en los juzgados o, por el contrario, como ha ocurrido en el Bierzo con el PP, es en el propio juzgado en el que el día convocado a tal efecto se produce la votación, que ahora sí, tiene validez oficial. Los partidos prefieren optar por la primera solución para evitar que queden en evidencia las distintas disensiones internas que se airean cuando la votación se lleva a cabo directamente en los juzgados. Cada partido judicial «reparte» entre los partidos políticos un número concreto de escaños. Así, en esta legislatura, por León se han elegido 12 diputados provinciales; por el Bierzo, siete; por Astorga y por La Bañeza, dos en cada comarca y, por último, Sahagún y Cistierna eligen uno. Habitualmente, los diputados de Astorga y La Bañeza se reparten entre PP y PSOE. En León, al menos tras las últimas elecciones, socialistas y populares han obtenido el mismo número de diputados provinciales en función de los votos y los concejales obtenidos, por lo que cada uno ha logrado cinco. La UPL, por su parte, ha obtenido sus dos diputados también por el partido judicial de la capital (que incluye la montaña central desde La Robla hasta Boñar y las comarcas de Omaña, Babia y Luna). En el Bierzo, el PP ha logrado cuatro diputados gracias a los votos de Ponferrada, mientras que el PSOE ha obtenido tres escaños tras el buen resultado que tuvo en la comarca. Como el diputado por la zona de Sahagún suele ser históricamente «propiedad» del PP, es el escaño que se elige por Cistierna, y una vez más así ha sido, es el que concede o no la mayoría absoluta en la institución, que por segunda legislatura consecutiva ha sido para el PP: