Simancas ofrece al PP un acuerdo para desbloquear la investigación
La comisión de investigación de la Asamblea de Madrid tiene pocas posibilidades de salir de la vía muerta en la que entró el martes después de que PSOE e IU se opusieran a los planes de trabajo que, según ellos, impuso el Partido Popular en su sesión constitutiva. Los socialistas ofrecieron ayer reducir a ocho cargos populares el número de comparecencias imprescindibles para dar por válidas las pesquisas sobre la traición protagonizada por Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez el pasado 10 de junio. El PP insistió en que hasta que no se le entreguen pruebas que acrediten los vínculos entre sus militantes y la actuación de los tránsfugas no cederá. Unos y otros se acusan de pretender poner freno a unos trabajos que podrían dejarles en evidencia. Para el líder de la Federación Socialista Madrileña, Rafael Simancas, el Grupo Popular ha convertido en papel mojado los acuerdos alcanzados durante cerca de dos semanas entre las tres fuerzas parlamentarias para crear una sola comisión de investigación que, de alguna forma, unificara las dos que los partidos de izquierda, por un lado, y el PP, por otro, habían solicitado a la Mesa. Para el portavoz de los populares, Antonio Beteta, el único propósito del PSOE es abrir una «causa general» contra su partido. De las 21 solicitudes de comparecencia vetadas por el grupo de Esperanza Aguirre el martes, los socialistas renunciaron ayer a trece, entre ellas, la del número dos de Alberto Ruiz-Gallardón, el berciano Manuel Cobo, y el ex consejero de Urbanismo Luis Eduardo Cortés. Pero exigieron las del director de la sociedad pública Madrid Excelente, Fernando Bastarreche, destituido la semana pasada por el presidente en funciones; la antigua viceconsejera de Presidencia, Paloma García Romero; el director general del Suelo, José María Erenas y una serie de alcaldes y ex alcaldes de distintas localidades madrileñas relacionadas con la supuesta trama urbanística que impidió la formación de un gobierno autonómico de signo progresista.