Diario de León

«La cadena de errores empezó con el permiso de Defensa para un vuelo ilegal», denuncian

Las familias de los muertos en el Yak-42 encargan una investigación

Aseguran que los militares no querían volar en ese avión «pero recibieron la orden de hacerlo»

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agencias | madrid
León

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? Los familiares de los 62 militares españoles fallecidos en el accidente de avión Yakolev 42-D que se estrelló el pasado día 26 de mayo en Turquía denunciaron ayer que la «cadena de errores humanos» que originó la tragedia comenzó en el momento en que el Ministerio de Defensa permitió un vuelo «ilegal». Alfonso Agulló, Curra Ripollés, Patxo Castilla y Angelica González, todos ellos hermanos de militares fallecidos en el accidente y miembros de la Asociación de Familiares Victimas del accidente Yak 42, expresaron esta convicción en una rueda de prensa en la que mostraron su deseo de investigar hasta el final las causas de este suceso. Para ello, la Asociación ha contratado los servicios del despacho de abogados Gay Vendrell con la convicción de realizar una investigación paralela a la que lleva a cabo el Ministerio de Defensa, al que acusan de no estar haciendo «una investigación seria» y de limitarse a responder cada día a las informaciones que va facilitando la prensa. Curra Ripollés acusó al Ministerio de «no tener mucho interés» en que se haga pública la verdad. «Ellos tapan continuamente las cosas que vamos averiguando», acusó, y reiteró que el Yak 42 «nunca debió despegar» por las condiciones en que lo hizo y que llevaron a los militares a denunciarlo. «Ellos dijeron que no querían volar en ese avión pero recibieron la orden de hacerlo», aseguró Ripollés, quien criticó las declaraciones realizadas por el ministro de Defensa en las que insistió en que la única causa del accidente fue un fallo humano. «Efectivamente, ha habido una cadena de fallos humanos, que empieza en el momento en que Defensa deja libre albedrío a una compañía que a su vez hace una subcontrata que ni siquiera se preocupa del seguro con el que volaban nuestro familiares», indicó Ripollés. No obstante, la portavoz de la Asociación señaló que el «disgusto» de los militares fallecidos «no se acaba el 26 de mayo», sino que continúa -dijo- con el anuncio del envío de otros 1.200 militares españoles a Irak, y se preguntó «con qué dinero y con qué seguros se van para allá ahora si en mayo Defensa no tenía dinero para alquilar un buen avión». Se mostró convencida de que estos militares se irán a Irak «en un medio de transporte más seguro», aunque se preguntó si cuando estén allí «también hablarán de fallo humano en el caso de que les pase algo». Por su parte, Alfonso Agulló denunció el hecho de que Defensa contratase los servicios de la compañía aérea ucraniana UM Air, propietaria del avión Yakolev 42-D, con siete siniestros en su currículum desde 1975 y con un balance de 526 fallecidos. Los familiares pusieron en duda los datos aportados por Trillo sobre las horas de descanso de las tripulaciones denunciaron que Defensa «se crea la versión que le facilita la empresa sin investigar nada».

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