Tamayo justifica su traición porque el PSOE se vendió al «comunismo»

? Eduardo Tamayo, el diputado tránsfuga de la Asamblea de Madrid, reconoció ayer que no estuvo presente en las reuniones en las que la Ejecutiva de su partido trató el avance de las negociaciones con Izquierda Unida para formar Gobierno. Su disconformidad con el «pacto secreto y humillante» que el candidato socialista, Rafael Simancas, estaba dispuesto a firmar con la coalición que encabeza Fausto Fernández, y «vender el gobierno a los comunistas», es su principal justificación a la traición que el pasado 10 de junio protagonizó junto a María Teresa Sáez contra el Grupo Socialista. Sin embargo, admite que nunca expresó su descontento en los órganos directivos de la Federación Socialista Madrileña, a la que pertenecía. La primera sesión de comparecencias en la comisión de investigación sobre el bloqueo institucional de la Comunidad de Madrid fue larga (más de diez horas) pero poco fructífera. Lo intenso de los interrogatorios al ex secretario de Medio Ambiente en la FSM impidió que se cumpliera el calendario previsto y se pudiera oír a Sáez, convocada también para ayer. Pero a pesar de todo, hubo pocas novedades. El objetivo del PSOE era demostrar que el único propósito de los tránsfugas al abandonar el Parlamento regional fue propiciar al PP una nueva oportunidad para gobernar tras su suspenso en las elecciones del 25 de mayo. El de los populares probar que fueron las «trifulcas internas» entre los socialistas madrileños y el incumplimiento de los acuerdos a los que la familia política de Tamayo había llegado con José Luis Rodríguez Zapatero (como afirma el propio diputado rebelde ) los que llevaron a los tránsfugas a ausentarse de la sesión constitutiva de la Cámara. Eduardo Tamayo insistió en esta segunda tesis a lo largo de toda su comparecencia. Según él, los Renovadores por la Base -grupo socialista al que pertenece- acordaron con el secretario general del PSOE y su secretario de Organización, José Blanco, que en lugar de celebrar unas elecciones primarias para elegir a los candidatos a la Comunidad y la Alcaldía de Madrid se haría un reparto de poder por cuotas según el cuál a ellos les correspondería una representación del 40% en las listas electorales y en las tareas de gobierno. Ese acuerdo, sostiene Tamayo, no se cumplió y se pasó por alto cuando comenzaron las negociaciones para formar Ejecutivo con IU, sin cuyos votos el PSOE no llegaba a la mayoría absoluta. Reconoció, sin embargo, que él, como miembro de la Ejecutiva permanente de su partido, aprobó las listas para los comicios del 25-M sin expresar nunca disconformidad con ellas. En lo que se refiere a sus ausencias de las reuniones de la ejecutiva y el Comité regional, Tamayo aseguró que ninguna de ellas tuvo por objeto ratificar los acuerdos alcanzados. y « nunca se explica nada en ellas». Además dijo desconocer que su amigo de Verdes era militante del PP. 1396927554 «El pacto con Izquierda Unida era secreto y humillante para los diputados socialistas» «No podía consentir que vendieran el gobierno a los comunistas» Eduardo Tamayo Portavoz del grupo mixto