Los obreros del AVE salvaron su vida al refugiarse en una bolsa de aire

Un drama con final feliz. Eso fue lo que vivieron ayer treinta y nueve trabajadores de las obras del AVE Madrid-Valladolid. Estuvieron atrapados durante cinco horas de auténtica angustia en uno de los túneles que se construyen a la altura de la provincia de Segovia por los que en el 2008 viajará el AVE. El incendio de una locomotora que iba a la tuneladora causó el siniestro. Humo muy denso que impedía la visibilidad El accidente se produjo aproximadamente a un kilómetro de la entrada de la boca norte del túnel, pero la zona se llenó inmediatamente de un humo muy denso que impidió que los trabajadores pudieran caminar hacia la salida. La solución que adoptaron fue alejarse hacia el fondo del túnel, a unos cuatro kilómetros, lejos del fuego, y esperar el rescate. Bolsa de aire Una bolsa de aire que encontraron los operarios atrapados les sirvió de refugio y salvó sus vidas, ya que pudieron respirar sin necesidad de utilizar sus equipos de respiración autónoma y a pesar del tiempo que se prolongó el rescate. Las horas de mayor tensión transcurrieron entre las tres y media de la tarde y las seis de la tarde. Hasta esa hora, los bomberos no dieron por sofocado el fuego en la locomotora y, por tanto, no se podía pensar en entrar a rescatar a los trabajadores atrapados. Pese al dramatismo de la situación, los operarios atrapados transmitían tranquilidad al exterior. Lograron comunicarse a través de un teléfono, desde el que informaban cada cuarto de hora sobre su situación y a través del cual comunicaron que podían respirar sin necesidad de los equipos por la bolsa de aire. Los familiares de los trabajadores recibían cada noticia con gran tensión. La concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Segovia, Ana San José, fue la encargada de ir transmitiendo las novedades a los medios de comunicación y a las familias. Fue la que informó de que la Gerencia de Infraestructuras Ferroviarias (GIF) se había encargado de comprobar que los sistemas de ventilación del túnel y que estos funcionan correctamente. Los bomberos tuvieron que explearse a fondo en el rescate. Había peligro de que el humo hubiese formado nubes tóxicas en el túnel y el fuego tardó en sofocarse. Intentar llegar hasta donde se encontraban los 39 trabajadores no fue fácil. Equipos de oxígeno Primero hubo que buscar equipos de larga duración de oxígeno, ya que los operarios atrapados se habían alejado hasta 4 kilómetros de la salida huyendo del fuego. Finalmente, los bomberos sacaron a los obreros por la entrada al túnel en una vagoneta de transporte. Eran alrededor de las ocho de la tarde cuando comenzaron a salir, entre aplausos de sus compañeros, los primeros trabajadores. El siniestro acabó sin víctimas mortales ni heridos graves. A pie de túnel fueron examinados por médicos de Cruz Roja y los informes señalan que el balance de este espectacular accidente se saldó únicamente con siete trabajadores intoxicados por el humo que fueron trasladados al hospital. Al parecer, el suceso se produjo cuando la locomotora de un pequeño tren que se dirigía a recoger a los trabajadores para llevarlos al exterior, descarriló a 850 metros de la boca norte del túnel y produjo un incendio. En ese momento, los 36 operarios se encontraban realizando labores a 3,9 kilómetros del exterior, y el humo les obligó a refugiarse en una bolsa de aire que existía en el interior, según informaron fuentes del ente Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), que se encarga de ejecutar esta obra pública. Estas mismas fuentes señalan que en cuanto se produjo el siniestro se puso en marcha el plan de emergencias, que según destacan «funcionó perfectamente».