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| Crónica | Un final feliz para dos días de infierno |

«¡Por favor, que no vuelva a ocurrir!»

Publicado por
B. G. /S. B. / M. A. C. - la granja/ ponferrada
Ponferrada

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La gran tensión vivida durante toda la noche en el pozo Albares se vio recompensada con el mejor de los finales, a primera hora de la mañana. Los familiares, amigos y compañeros de los dos barrenistas, esperaban ansiosos el rescate, sin moverse de las inmediaciones de la bocamina. Escenas de mucha tensión y dolor, por parte de los familiares, fueron protagonistas de la larga y fría noche de incertidumbre. La mujer y la madre de Elder permanecieron en el interior de un coche impacientes y nerviosas por conocer las noticias que los compañeros de la Brigada de Salvamento les iban dejando caer a cuentagotas. Demasiadas horas de tensión, cansancio y espera para los familiares que esperaban. Aunque la esperanza de encontrarlos con vida nunca se perdió y el semblante de los familiares parecía sereno, hacia las cuatro de la madrugada, se vivieron escenas de auténtico dolor y desesperación de las familias que veían cada vez más lejos la hora de ver a sus seres queridos con vida. Los rumores de que Elder y Óscar no contestaban a las señales de sus compañeros hizo pensar en el peor de los finales. La esposa de Elder sufrió una leve crisis de nervios producto de la tensión acumulada y la incertidumbre pero rápidamente fue tranquilizada por algunos familiares y compañeros que se encontraban con ella. Y es que ambas familias sufrieron muchas horas de angustia y dolor que finalmente se vieron recompensadas con un final feliz. Nadie podía imaginar que ambos mineros se encontraran tan bien físicamente como para salir de la bocamina por su propio pie, demostrando su fortaleza y valentía hasta el último momento. Ya de madrugada los ánimos se fueron calmando y la buena noticia parecía inminente. Algunos compañeros aseguraban que habían mantenido contacto con ellos y que se encontraban en perfecto estado. Los responsables de la empresa tranquilizaban a la familia. «Estaré feliz cuando lo vea, nunca he perdido la fe porque mi hijo es muy valiente. Pero, por favor, que esto no vuelva a ocurrir», le decía la madre de Elder a Luis Fuentes, jefe de Minas de León, cuando el milagro de ver con vida a su hijo estaba cada vez más cerca. A las nueve de la mañana las caras de todos los presentes reflejaban la alegría de saber que pronto se acabaría el infierno que ambos barrenistas estaban viviendo. Todo estaba preparado para recibir a Elder y Óscar. Un gran aplauso y lágrimas de emoción agogieron a los mineros que se abrazaron rápidamente a sus familias. «Me encuentro bien, pero tengo las fuerzas justas para caminar porque el cuerpo está débil. Estamos muy agradecidos a todos los compañeros que han trabajado en el salvamento» ELDER FRANCISCO MAGRO Barrenista de Antracitas La Granja «Ha sido un verdadero milagro aunque contábamos con mineros muy profesionales» MANUEL LAMELAS VILORIA Jefe de las Brigadas de Rescate «Se habla de rentabilidad en las minas pero para aumentarla deberían reducirse los siniestros» JESÚS MAGADÁN Secretario de Comisiones Obreras «Lo peor no es el cansancio físico sino el mental que no te deja descansar después del trabajo» MIGUEL RODRÍGUEZ ABAJO Miembro de la Brigada de Salvamento