Encuentran un cuerpo que podría ser el de la joven Sonia, desaparecida en Coín

Las esperanzas de la familia de Sonia Carabantes y las de los vecinos de la localidad malagueña de Coín de encontrar con vida a la joven, desaparecida el pasado jueves, se desvanecieron poco a poco ayer martes. Poco antes de las 13.00 horas, una de las patrullas vecinales que desde hace días peina la comarca localizó un cadáver en la linde de un polígono industrial a las afueras de la localidad de Monda, a siete kilómetros de Coín. Al cierre de esta edición, el cuerpo continuaba sin identificar, pero todos los participantes en las labores de rastreo suspendieron la búsqueda convencidos de que los restos pertenecen a la joven desaparecida. Fue un grupo de voluntarios de Protección Civil de Coín y de Marbella el que dio el primer aviso. Exploraban, con la ayuda de perros adiestrados, el paraje denominado El Pinar, donde se construye un polígono industrial y que había sido incluido en la zona de búsqueda después de que el pasado domingo fueran encontrados a unos tres kilómetros de distancia unos pantalones que, en contra del criterio de la familia, los expertos de la Guardia Civil sostienen que son los que llevaba Sonia en el momento de su desaparición. Uno de los voluntarios que rastreaban esa zona explicó que un «fuerte olor» llamó la atención de su compañero. El hedor les llevó hasta una zona escarpada junto a un camino, donde localizaron el cadáver de una joven, desnudo de cintura para abajo, con la cabeza y el tronco tapado por piedras de mediano tamaño. Según otros voluntarios, algunos de los equipos habían recorrido ese abrupto paraje días atrás, sin éxito. De inmediato, el área quedó acordonada bajo el control de un equipo de la Policía Científica de la Guardia Civil, que incluso impidió el acceso a la zona a los agentes de la Policía Local de Monda. Las labores de recogida de pruebas previas al levantamiento del cadáver se prolongaron durante largas horas, para desesperación de los familiares y vecinos que se congregaron en los alrededores. Además, el rescate del cadáver requirió la presencia de maquinaria pesada y equipos de rescate de los bomberos para ayudar a los agentes, dada la dificultad de acceso a la zona. Todo apunta a que es ella El cadáver, según algunos de los voluntarios que intervinieron en las labores de búsqueda, estaba desnudo, cubierto de piedras y en avanzado estado de descomposición. Antes de su levantamiento, los investigadores dedicaron mucho tiempo a tomar -con extremo cuidado- muestras de las ropas y las huellas del cuerpo para tratar de cotejarlas con las de Sonia Carabantes. Además, recogieron todo indicio que pueda ayudar a determinar las causas de su fallecimiento y a identificar a quien pueda ser el responsable de su asesinato, dado que de entrada los expertos descartan una muerte natural, a la espera de los resultados de la autopsia. Según algunos voluntarios, la zona donde apareció el cuerpo había sido batida «palmo a palmo» el pasado domingo. Los investigadores creen posible que, dado el escarpado terreno, los voluntarios no vieran el cadáver, pero no descartan que haya sido trasladado este lunes hasta el lugar donde fue enterrado. Nada más conocerse la localización de los restos humanos, los padres de Sonia, Encarna Guzmán y José María Carabantes, se encerraron en su vivienda, a la espera de que alguien les confirme que se trata de su hija, aislada de los medios de comunicación y custodiada por las fuerzas de Seguridad.