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El tamaño de las piedras bajo las que se encontraba la joven hacen pensar que hay varias personas implicadas en el crimen

Los forenses confirman que el cuerpo encontrado en Monda es el de Sonia

La autopsia del cadáver desvela datos muy valiosos para saber cómo se produjo la muerte

El padre y el hermano de Sonia regresan a casa tras acudir al cuartel de la Guardia Civil

Publicado por
C. Montes - Málaga
León

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Los primeros análisis realizados al cadáver localizado el martes en un polígono industrial de Monda (Málaga) han confirmado, de manera preliminar, que es el de Sonia Caravantes Guzmán, la joven de 17 años que desapareció el pasado jueves en su localidad de residencia, Coín. Mientras la confirmación de la identificación de los restos se hace oficial -para lo que falta conocer los resultados de un cotejo dental-, la Guardia Civil centra ya sus afanes en identificar y capturar a los asesinos de la joven. Los cuatro forenses del Instituto de Medicina Legal de Málaga y los expertos de la Policía Científica de la Guardia Civil asignados al caso iniciaron los trabajos de identificación del cadáver a primera hora de la tarde del martes y no los suspendieron durante la noche. A primera hora de la mañana de ayer, el director del instituto, Antonio García de Gálvez, estaba ya en condiciones de afirmar que los restos son los de Sonia «porque todos los elementos que tenemos apuntan a que se trata de ella». Entre esos elementos, aludió a detalles antropométricos y otros factores como la talla, la complexión, cabellos, características físicas y ropa. Además, «el estado de putrefacción del cuerpo coincide con las fechas en las que se produjo la desaparición» de la joven. La identificación definitiva y oficial se producirá cuando lleguen desde Suiza placas radiográficas de la dentadura de la joven -que vivió en el país helvético hasta hace dos años- y puedan ser cotejadas con los maxilares del cuerpo recuperado en Monda. Pero los expertos creen que las posibilidades de que esa última prueba ofrezcan un resultado distinto son mínimos. En la tarde del martes, los padres de Sonia, José María Carabantes y Encarnación Guzmán, fueron trasladados hasta el paraje donde apareció el cadáver para intentar la identificación de los restos. Sólo el progenitor tuvo el valor suficiente de mirar los restos mortales desenterrados por la Guardia Civil, pero no pudo reconocer el rostro desfigurado de su hija. Tras una primera autopsia preliminar realizada a primera hora de la noche del martes, a las 9.30 horas de ayer los forenses malagueños iniciaron un segundo análisis más en profundidad del cadáver, con el objetivo de recabar todo indicio que permita una hipótesis fiable sobre las causas del fallecimiento de la joven. De Gálvez no quiso facilitar dato alguno porque el caso está bajo secreto judicial, pero sí señaló que «a pesar de que el cuerpo se encuentra en avanzado estado de putrefacción se están obteniendo datos importantes y valiosos para saber cómo se produjo la muerte». Fuentes próximas a la investigación señalaron que el cadáver presenta fuertes golpes en la cabeza, y uno de los primeros objetivos de los forenses es determinar si fueron la causa de la muerte o, por el contrario, se produjeron cuando el cuerpo fue enterrado bajo piedras de mediano y, algunas, gran tamaño. Fuentes de la Guardia Civil señalaron que, aunque ya existe un primer listado de sospechosos, todas las vías de investigación están abiertas. Los dos únicos datos que se dan por seguros son que la joven fue asesinada poco después de su captura y que en los hechos tienen que estar implicados varios individuos, dado que el tamaño de algunas de las piedras con las que se intentó ocultar el cadáver permiten sostener que debieron participar al menos dos personas.