Annan achaca a EE.UU. la falta de seguridad que facilitó el atentado
El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, anunció ayer que la misión continuará con su trabajo en Irak a pesar del ataque perpetrado este martes en sus oficinas en Bagdad, que causaron al menos 24 muertos, entre ellos su representante en Irak, Sergio Vieira de Mello, cuya muerte seguía lamentando ayer el mundo entero, y recordó que la potencia ocupante es responsable de que se respete la ley, el orden, y la seguridad en el país. Kofi Annan recordó ayer que las fuerzas de ocupación anglo-estadounidenses son responsables de la seguridad en el país, donde la ONU tiene previsto permanecer. «La potencia ocupante es responsable de que se respete la ley, el orden, y la seguridad en el país», declaró. «Esperábamos que las fuerzas de la coalición hubiesen conseguido asegurar el entorno, permitiéndonos llevar a cabo nuestra labor esencial de reconstrucción política y de puesta en pie de las instituciones, y permitiendo a los iraquíes proseguir su trabajo. Esto no se ha producido», lamentó. No obstante, la ONU no retirará a su personal de Irak, aseguró Annan. «Ayer fue una jornada negra para la ONU, para Irak y para la solidaridad internacional. Ese día, Naciones Unidas perdió a algunos de sus funcionarios más preciados, entre ellos Sergio Vieira de Mello», lamentó Annan. «Lo menos que podemos hacer por ellos es asegurar que no han muerto en vano. Continuaremos» -nuestra labor-, añadió.