Diario de León

Los padres aceptan la decisión si con ello se consigue detener a los autores del asesinato

La juez retiene el cadáver de Sonia hasta tener los resultados de sus exámenes

Los expertos indican que los análisis llevarán tiempo, por lo que el sepelio podría retrasarse un mes

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C. Montes - málaga | coín
León

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Hasta que no concluyan los exámenes de las marcas, las huellas y los restos de fibras y de tejidos que han sido recabados a lo largo de la investigación, el cadáver de Sonia Carabantes no será devuelto a Coín, según ordenó ayer viernes la juez de Instrucción de Málaga, Belén Pérez Fuentes. La decisión supuso otro duro golpe para la familia de la menor asesinada, que esperaba darle sepultura lo antes posible. El cuerpo de la joven no podrá ser enterrado hasta que se obtengan los resultados definitivos de todas las pruebas. Los análisis de ADN y restos de fibras están realizándose en laboratorios de la Guardia Civil de Madrid y Sevilla, por lo que el sepelio podría retrasarse hasta un mes, según explicaron los expertos. Personas próximas a la familia Carabantes aseguraron que la decisión «ha caído como una losa», porque «querían dar sepultura a su hija». Pero tanto la madre como el padre de Sonia «se mostraron de acuerdo, si con ello se detiene a los autores del asesinato». Mientras tanto, la magistrada que dirige la investigación bajo el secreto de sumario exigió a los investigadores la máxima discreción y pruebas concluyentes y directas antes de llevar a cabo las detenciones de los sospechosos de ser los autores del crimen. Después que trascendiera que la Guardia Civil vigilaba a varios sospechosos en Coín y los pueblos próximos, los responsables del caso tratan ahora de evitar a los medios de comunicación para no cometer los errores del caso Wanninkhof. Tras el asesinato de Rocío Wanninkhof, la principal sospechosa del crimen, Dolores Vázquez, apareció en los medios de comunicación antes de que se produjera su detención. Aunque todo apunta a que ya hay cuatro serios sospechosos del asesinato de Sonia Carabantes, dos jóvenes vecinos de Coín y otros dos procedentes de algún pueblo de los alrededores, la Guardia Civil prefiere reunir más indicios hasta obtener pruebas contundentes que permitan las detenciones. La calles de Coín son desde el martes escenario de todo tipo de comentarios que ponen de manifiesto el temor de los vecinos de la localidad malagueña, aunque ayer amanecieron más tranquilas que el pasado jueves, cuando los rumores acerca de posibles detenciones tuvieron en vilo a la población. El alcalde de Coín , Gabriel Clavijo, volvió a dirigirse a sus convecinos para pedirles «tranquilidad y sosiego, porque se están apuntando nombres de personas que no tienen nada que ver con la investigación». Las palabras del primer edil hacían alusión a los comentarios infundados que se produjeron el pasado jueves y que acusaban a tres jóvenes concretos del pueblo como autores del crimen. El alcalde, que desde el momento de la desaparición de la joven Sonia Carabantes ha mantenido puntualmente informada a la familia de la víctima, manifestó que «el número de sospechosos que son vigilados por la Guardia Civil está dentro de secreto sumarial». El ayuntamiento ha preparado la iglesia de Santa María de la Encarnación, próxima a la casa consistorial, para celebrar el funeral. El alcalde ha ofrecido a la familia Carbantes un salón del consistorio para instalar la capilla ardiente una vez recupere el cuerpo de Sonia, que se encuentra bajo tutela judicial en el Parque Cementerio de Málaga.

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