«La donación en vida es clave en el testamento vital de la persona»

Uno de los problemas más frecuentes con que se encuentran las unidades de trasplantes y donaciones de órganos de los complejos hospitalarios es la negativa de las familias a permitir lo que ellas consideran una mutilación de sus difuntos fallecidos en accidente a edad más o menos temprana. En cambio, las encuestas muestran que la mayoría de los jóvenes son favorables a que sus órganos puedan ser reutilizados para salvar otras vidas en caso de fallecimiento precoz, accidental o no. Según el coordinador de trasplantes del complejo hospitalario leonés, Carlos Renedo, esta paradoja hace que el ministerio de Sanidad esté realizando desde hace ya varios años una campaña de concienciación sobre donaciones dirigida especialmente a la población más joven o en edad todavía idónea para este tipo de intervenciones. «La ventaja es que una vez que las personas han mostrado su voluntad en vida de ceder los órganos la consulta a los familiares en caso de fallecimiento no es necesaria o, al menos, el diálogo se hace más fácil». El número de teóricos donantes en vida se cuenta ya por centenares en la provincia de León, aunque su repercusión práctica está todavía lejos de suponer una solución definitiva a la demanda de órganos: muchos de los que firman lo hacen a sabiendas de que raramente podrán ser donantes por sus propios hábitos de vida, como adicción al tabaco, el alcohol o por edad y vida sedentaria. Los médicos y las asociaciones de enfermos necesidados de trasplantes no se dan, sin embargo, por vencidas e insisten en sus campañas.