Defensa quiere que cualquier español pueda ser llamado a filas

El Ministerio de Defensa pretende convertir a todos los españoles mayores de edad en militares potenciales, a disposición de los Ejércitos, a los que podrán ser obligados a incorporarse «en caso de conflicto armado, situación de amenaza o agresión a la seguridad de España y de sus aliados o supuesto de grave riesgo, catástrofe, calamidad o desgracia públicas», según el borrador de la Ley de Reserva y Movilización elaborado por el departamento que dirige Federico Trillo. La oposición ha calificado de «disparate» o «despropósito» esta iniciativa. La Ley del Régimen del Personal de las Fuerzas Armadas, aprobada en 1999 dentro del paquete legislativo que puso fin al servicio militar obligatorio, limita la posibilidad de movilizar ciudadanos de manera forzosa a los españoles de entre 19 y 25 años. Según desvela en su edición de hoy el diario El País, Defensa prepara una Ley de Reserva y Movilización que rompe ese límite de edad y pone a todos los mayores de edad, sin distinción entre hombres y mujeres, a disposición de las Fuerzas Armadas. Fuentes del departamento que dirige Trillo reconocieron ayer que el ministerio estudia desde hace tiempo diversas iniciativas para paliar los problemas que encuentran los tres Ejércitos a la hora de reclutar soldados profesionales, si bien declinaron comentar o desmentir la versión facilitada por el rotativo madrileño. Según ese rotativo, el borrador que analizan los responsables de Defensa prevé tres tipos de reservistas: los temporales, que son los militares que finalizan su contrato o abandonan voluntariamente las Fuerzas Armadas; los voluntarios, a los que el proyecto califica de «militares a tiempo parcial», y los obligatorios, que pueden ser «todos los españoles que tengan cumplidos, al menos, los 18 años de edad». La movilización general de la ciudadanía deberá ser solicitada por el Ejecutivo al Congreso, que deberá dar su consentimiento, «pudiendo aprobarla en sus propios términos o introducir modificaciones». Obtenido el permiso del Parlamento, será el Ejecutivo el que decida «quiénes habrán de adquirir la condición de reservistas obligatorios, para lo que se respetará el principio de igualdad de oportunidades». El proyecto de ley invoca el artículo 30 de la Constitución para justificar la eliminación del límite de edad a la hora de reclutar de manera obligatoria personal para las Fuerzas Armadas. Ese precepto consagra el «derecho y el deber de defender a España», a partir del cual el proyecto legislativo establece que «todos los recursos humanos de la Nación podrán ser objeto de movilización, de forma gradual y proporcionada, con el fin de satisfacer las necesidades extraordinarias de personal de las Fuerzas Armadas». La movilización de los mayores de edad no sólo no distingue entre hombres y mujeres, sino que el borrador desvelado por El País elimina la norma actual según la cual «las mujeres no podrán ser asignadas a puestos de unidades de la fuerza, excepto si han manifestado expresamente su voluntariedad para ello».