Se ha doblado la superficie media cultivada por cada agricultor

La característica principal del cultivo en León es una parcelación excesiva y, según la Sociedad Anónima Española de Fomento del Lúpulo, un elevado número de cultivadores, aunque en los últimos cinco años se ha pasado de una media de 0,8 hectáreas por cultivador a una media de casi el doble, alrededor de 1,4 hectáreas. El cultivo sigue teniendo un eminente carácter familiar y tiene gran importancia social para las principales zonas de cultivo leonesas: las riberas de los ríos Tuerto, Órbigo, Torío y Porma. Menos hectáreas Desde el año 1985, etapa en la que se ha conseguido la máxima producción histórica, la superficie de cultivo destinada a producir lúpulo ha ido descendiendo gradualmente. Tras unos años de estancamiento en aproximadamente unas 1.100 hectáreas y cerca de 2.000 toneladas de producto centradas en dos variedades tradicionales, la H-3 y la H-7, se ha pasado, tras un proceso de reconversión varietal aún en marcha, a unas 700 hectáreas (671 según otras fuentes consultadas por este periódico), divididas entre las 2 «superamargas» Nugget, Magnum y H-3, aunque la tendencia es ir sustituyendo esta última. Pese a esta reducción de la superficie de cultivo y de la producción, España sigue siendo el cuarto país productor de lúpulo dentro del ámbito de la Unión Europea, por detrás sólo de Alemania (primer productor mundial), el Reino Unido y Francia.