La lucha electoral y el plan Ibarretxe son los retos prioritarios de Rajoy

Mariano Rajoy, desde hoy candidato presidencial del PP y secretario general y hombre fuerte del partido, no tendrá ni un minuto de descanso desde que esta misma semana ocupe su despacho en la planta noble de la sede nacional de la calle Génova de Madrid. En los próximos cuatro meses, antes de que le toque ejercer oficialmente como aspirante a La Moncloa en las elecciones generales de marzo de 2004, tiene que poner en marcha la maquinaria electoral del PP para las decisivas elecciones de Madrid (octubre) y Cataluña (noviembre) y diseñar la estrategia para enfrentar el plan soberanista del lehendakari Juan José Ibarretxe, que será dado a conocer el 26 de septiembre. El candidato, además de estos compromisos inmediatos, tiene otras dos tareas prioritarias para despejar su camino a La Moncloa: dar a conocer a los ciudadanos su figura política y su compromiso con el proyecto del PP para España, hasta ahora eclipsados por la sombra de Aznar. Además, tendrá que recomponer las maltrechas relaciones con CiU, al tiempo que habrá de mantener la colaboración de Coalición Canaria (CC), fuerzas políticas que podrían ser claves en la próxima primavera para sostener un hipotético Gobierno en minoría parlamentaria. Los primeros compromisos ya están a la vuelta de la esquina. Aunque será hoy cuando el comité ejecutivo nacional del PP ratifique a Rayoy como delfín de Aznar y le nombre secretario general del partido, su primera aparición pública como nuevo hombre fuerte del PP se producirá el domingo en Barcelona, cuando, junto al presidente del Gobierno, arrope a Josep Piqué en el mitin que le lanzará como candidato popular a la presidencia de la Generalitat, en las elecciones que se celebrarán el 16 de noviembre. El abigarrado calendario electoral de este otoño pondrá a prueba la gran experiencia de Rajoy como director y coordinador de campañas y programas electorales, que tiene en su haber el ser el responsable de la que llevó a Aznar a La Moncloa. Una de las claves de Rajoy y del PP para intentar ganar las próximas elecciones generales será su frontal oposición al salto en el autogobierno planteado por el lehendakari y el PNV, y su determinación de impedir por cualquier medio legal que pueda llevarlo a la práctica. La intención de los populares en este debate también es doble: por un lado, pretenden mostrarse como el único partido que es capaz de defender la Constitución y de impedir un proyecto que creen que pone en peligro la unidad de España, y, por otro, quieren poner al PSOE al pie de los caballos por su negativa a formar un frente común contra la amenaza «secesionista» del plan de autogobierno de Juan José Ibarretxe.