Ibarretxe justifica las ayudas para visitar a presos por «humanidad»

La concesión de ayudas económicas a familiares de presos de ETA por parte del Gobierno vasco avivó ayer el enfrentamiento entre los partidos que sustentan al Ejecutivo autónomo y la oposición parlamentaria. Populares y socialistas expresaron su desagrado por las asignaciones económicas concedidas y por el daño que este tipo de medidas causa a las víctimas del terrorismo. Desde el Ejecutivo autonómico se recordó que las ayudas afectan al conjunto de familiares de presos, «con independencia de que sean o no de ETA», y se reclamó el fin de la dispersión. El consejero de Justicia del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga, señaló que decir que su departamento financia las visitas de familiares de presos de ETA encarcelados fuera del País Vasco es «una verdad a medias» y por lo tanto «una gran falsedad». El consejero matizó que las ayudas alcanzan al conjunto de familiares de presos sociales, entre ellos a madres con hijos pequeños e internos con problemas de salud, así como a reclusos de la banda terrorista ETA. La polémica abierta llevó a Azkarraga a preguntarse en voz alta «por qué los familiares de presos de ETA no van a poder percibir también unas ayudas para ese tipo de traslados a las cárceles a visitar a sus hijos y sí lo pueden recibir los familiares de un preso social». «Todos tendrán que tener opción a ese tipo de ayudas», enfatizó el consejero, que apuntó que la orden aprobada por el Gobierno vasco «no está destinada exclusivamente a los presos de ETA, sino al conjunto de presos y presas que cumplen condena fuera de la comunidad autónoma del País Vasco». El titular de Justicia del Gobierno vasco calificó de «humanitaria e imprescindible» la concesión de estas ayudas y denunció que no serían necesarias si el Gobierno español no mantuviera la «ilegalidad» de la dispersión de los reclusos de la banda.