La pluralidad del País Vasco cuestiona un Estado nacional, según Setién

El obispo emérito de San Sebastián, José María Setién, consideró ayer que, dada la existencia de «diferentes adhesiones nacionales» en la población de Euskadi, de cara al futuro «difícilmente podrá pensarse en un modelo de Estado que sea nacional», fuera ese Estado español o vasco. Setién presentó ayer en San Sebastián el libro «Pueblo vasco y soberanía», en el que el historiador Francisco Garmendia desarrolla una «aproximación histórica» a esta cuestión, mientras que el obispo emérito realiza una «reflexión ética sobre la función del Estado y la soberanía en una sociedad plurinacional». En su trabajo, Setién intenta encontrar «las características del Estado y soberanía adecuados al País Vasco», prescindiendo de qué sujeto debe ejercerla. El obispo emérito defendió que el Estado del País Vasco deberá ponerse «al servicio de los derechos individuales y colectivos de todos los vascos» vinculados territorialmente a esa «comunidad política». No a la imposición de mayorías Asimismo, ese Estado debería ser «adecuado para el carácter pluralista de la sociedad que es hoy Euskadi, incluso desde la perspectiva de sus referencias y adhesiones nacionales». Argumentó que, «si en un territorio determinado existen diferentes adhesiones nacionales, difícilmente podrá pensarse en un modelo de Estado y en el ejercicio de una soberanía que sea nacional». «El pluralismo incluso nacional que se da en Euskadi, plantea seriamente el valor de las categorías jurídico-políticas de un Estado nacional», añadió. Eso significa «reconocer el carácter histórico, relativo, flexible de las formas jurídico políticas utilizadas». En esa línea, consideró que «la mayoría numérica de la población adherida a alguna de las pertenencias nacionales, no deberá poder decidir ni imponer el modelo nacional o unitario del Estado al que hubiera de pertenecer el pueblo vasco, fuera ese Estado español o fuera vasco».