| Análisis | Cinco preguntas sobre la situación mundial |
El nuevo desorden norteamericano
Dos años después del 11-S el balance de la guerra total contra el terrorismo en la que se ha embarcado George Bush presenta dos resultados muy positivos: los siniestros talibanes y el sanguinario Sadam Husein han sido depuestos y ya no oprimen a sus pueblos. Ahí se acaban practicamente sus logros, obtenidos a un altísimo coste. 1 ¿Sigue siendo una amenaza Al Qaida? Sí. Los servicios de inteligencia norteamericanos aseguran que la amenaza terrorista sigue intacta, pese a que en estos dos años han sido detenidos o eliminados 3.000 miembros y dos tercios de los dirigentes de esta red. Cuatro de ellos han sido presentados como «número tres» de la organización. Esto tiene dos posibles explicaciones: que EE. UU. infla la importancia de los capturados y/o que Al Qaida tiene una enorme capacidad de reorganizarse. Siguen en libertad su máximo líder, Osama Bin Laden, y su mano derecha, Ayman al-Zawahiri. Según el FBI, Al Qaida «sigue siendo una red potente, organizada y muy peligrosa». 2 ¿Se ha estabilizado Afganistán? No. A pesar de que los talibanes cayeron en noviembre del 2001 , la situación dista mucho de ser estable. Los talibanes y sus aliados de Al Qaida han intensificado en los últimos meses sus ataques contra las tropas progubernamentales afganas y las de la coalición liderada por EE.UU. Los señores de la guerra locales controlan amplias zonas del país, mientras el presidente instalado por Washington, Hamid Karzai, que estuvo a punto de ser asesinado en un atentado, sólo mantiene Kabul y está permanentemente vigilado por guardaespaldas norteamericanos. 3 ¿Cuál es el balance de la guerra contra Irak? Bush y sus aliados han logrado deponer al más letal dictador del mundo, pero a un alto precio. Primero, porque lo hicieron al margen de la legalidad internacional depositada en Naciones Unidas y provocaron una división en el campo occidental. Segundo, porque no han sabido mantener la seguridad en el país, a lo que están obligados por la Convención de Ginebra como potencias ocupantes. Tercero, porque Irak está sumido en el caos, los ataques de la resistencia son diarios y ya se han producido dos atentados a gran escala: uno contra los cuarteles generales de la ONU en Bagdad, en el que murió su máximo representante, Sergio Vieira de Mello, y otro en la ciudad santa de Nayaf, que costó la vida al líder chií. 4 ¿Ha entrado el conflicto israelo-palestino en vías de solución? No. Pese a que Bush, Blair y Aznar repitieron que la caída de Sadam permitiría una reestructuración democrática de Oriente Medio y el final del enfrentamiento entre palestinos e israelíes, la paz parece más lejos que nunca. Ambas partes han incumplido todas las obligaciones establecidas en la Hoja de Ruta. 5 ¿Cómo ha variado la imagen de EE.UU. en el mundo? Los atentados del 11-S provocaron una ola de solidaridad mundial con Estados Unidos sin precedentes en la historia. Dos años después, la situación ha cambiado radicalmente. La prepotencia de Bush y sus «halcones» que actúan sin escuchar a muchos de sus aliados y al margen de las reglas internacionales, y la sospecha de que detrás de la guerra contra el terrorismo subyace la pretensión de imponer la hegemonía americana ha hecho crecer el antiamericanismo en el mundo.