Aznar y Chirac discrepan sobre Irak y la construcción de Europa

José María Aznar y Jacques Chirac se reunieron durante dos horas y media en la finca que el Estado tiene en la localidad toledana de Quintos de Mora para aproximar sus posiciones en materia de política internacional, el conflicto de Irak y la construcción europea. Pero apenas hubo avances, a juzgar por las múltiples discrepancias que ambos mostraron sobre todos los asuntos al término del encuentro, cuando comparecieron ante los medios de comunicación. Aunque aseguraron compartir los mismos objetivos y que sus discrepancias se limitaban a los matices, lo cierto es que no están de acuerdo ni sobre la situación en Irak, las reformas institucionales en la Unión Europea (UE), la aplicación del pacto de estabilidad o la declaración de los orígenes cristianos de Europa en la nueva Constitución. Aznar eludió pronunciarse y no mencionó su posición a favor de que el texto incluya esta referencia. Chirac, por el contrario, fue muy explícito al poner de manifiesto su rechazo a tal posibilidad. El presidente francés también fue tajante cuando aseguró que Francia «hoy está lejos» de participar militarmente en Irak, sin bien mostró una abierta disposición a buscar un acuerdo para la aprobación de una nueva resolución de la ONU sobre la propuesta que prepara Estados Unidos, pero que todavía no conocen las autoridades francesas. Resistencia frente a terrorismo Chirac explicó, además, los ejes fundamentales sobre los que Francia estaría dispuesta a apoyar un acuerdo unánime de Naciones Unidas y prestaría su colaboración en el conflicto. «Un enfoque exclusivamente de seguridad no desembocará en una solución -dijo-, al revés, sólo puede alentar la resistencia contra el ocupante», añadió en clara discrepancia con la interpretación que de la situación hace el presidente español. Aznar ya había rechazado este miércoles esta visión del conflicto al negar en el Congreso que la violencia desatada en Irak obedezca a los movimientos de resistencia. «Es un fenómeno histórico conocido «insistió el presidente francés, «que empieza a producirse en Irak». Para Francia, sólo sería aceptable una solución que suponga «un enfoque político y no de seguridad militar para el traspaso, lo más rápidamente posible, de la responsabilidad política y la gestión gubernamental al pueblo iraquí». Chirac insistió en que Francia no suscribió «el análisis que, en última instancia y sin mandato de la ONU, llevó a Estados Unidos y al Reino Unido a comprometerse militarmente en Irak». El presidente español, por su parte, no dejó escapar la ocasión para defender la interpretación del Gobierno español, que siempre consideró que el ataque a Irak estaba bajo la cobertura de la resolución 1.441 del Consejo de Seguridad. Pero también expresó su deseo de «no discutir sobre cuestiones del pasado», sino mirar al futuro para buscar un consenso que permita dotar de estabilidad y seguridad a la región y que «los iraquíes sean dueños plenamente de su destino».