Crece la polémica en el país por el abuso de poder gubernamental en detrimento de las libertades ciudadanas
Bush conmemora el 11-S exigiendo más poder para luchar contra el terrorrismo
Estados Unidos eleva su nivel de alerta ante la amenaza de un atentado en el extranjero
«Te quiero, papi. Te echo mucho de menos». Luego dijo su nombre «Richard Anthony Aceto» CHRISTINA MARIE ACETO Hija de una víctima, al leer el listado de la letra A Mientras en Washington, Nueva York y Pennsilvania repicaban las campanas y se leían en voz alta los nombres de las 3016 víctimas del 11-S en solemnes ceremonias con motivo del segundo aniversario de los atentados, el Departamento de Estado norteamericano lanzaba una advertencia mundial frente a posibles ataques terroristas contra intereses norteamericanos en el planeta. «Todo indica que Al Qaeda está preparando un ataque contra nosotros en el extranjero» se afirmó a través de un comunicado. El presidente Bush aseguró que «hoy nuestra nación recuerda. Rememora un día triste y terrible, el 11 de septiembre de 2001», quien decidió declarar esta jornada como «Día Patriótico» para los años sucesivos. En lo que Bush definió simplemente como «un día triste y terrible», el secretario de Seguridad Nacional, Tom Ridge, aseguró que a pesar de las nuevas amenazas lanzadas el miércoles por Osama Bin Laden , no había motivo para elevar en Estados Unidos los niveles de alarma terrorista, que ayer se mantuvieron en el color amarillo, el tercero en peligrosidad. «Zonas europeas o euroasiáticas donde existen intereses norteamericanos podrían ser los objetivos de una nueva ronda de atentados, coincidiendo precisamente con el aniversario del 11-S» advertía el Departamento de Estado. El comunicado llegaba apenas un día después de que el presidente George W. Bush solicitara al Congreso la ampliación de los poderes gubernamentales en la lucha contra el terrorismo. A través de un discurso ofrecido en la academia de estudiantes del FBI, Bush expresó la necesidad de extender los poderes del USA Patriot Act para que su administración pudiera luchar «contra obstáculos irracionales» que según sus palabras «impiden perseguir a los sospechosos de terrorismo». Bush presentará al Congreso tres enmiendas a esa ley, que se aprobó precisamente tras los atentados y con las que intentará conseguir la prohibición de liberar bajo fianza a los sospechosos de terrorismo, la pena de muerte para los que sean declarados culpables de dicho delito y más libertad para realizar arrestos sin la intervención de un juez. Su petición, anunciada precisamente en coincidencia del aniversario del 11-S, tendrá muchas dificultades para avanzar en el Congreso. A pesar de que el USA Patriot Act se aprobó mayoritariamente y sin apenas debate un mes después de los atentados, hoy son muchos los congresistas tanto republicanos como demócratas que afirman que la ley garantiza el abuso del poder gubernamental en detrimento de las libertades ciudadanas y su voz se ha unido a la de organizaciones civiles que intentan revocarla. «Eliminar a los jueces que garantizan el balance frente a John Ascroft no nos dará más seguridad, nos quitará libertad» afirmaba ayer el demócrata John Conyers. En el área de Washington, la principal conmemoración se celebró en el Pentágono, donde se guardó un momento de silencio a las 09.37 hora local (13.37 GMT), para recordar a las 184 personas muertas en ese lugar. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, participó en una ceremonia en el cercano cementerio de Arlington (Virginia), donde realizó una ofrenda floral en memoria de los muertos y pidió no bajar la guardia en la lucha contra el terrorismo.