El PSOE asegura que el PP utiliza la ley de extranjería electoralmente

El PSOE denunció que existe una división en el Gobierno sobre el acuerdo para la reforma de la ley de Extranjería porque hay un sector, representado por el ministro de Interior y el secretario de Extranjería, que alaban el pacto y otro, encabezado por el portavoz gubernamental, que lo ridiculizan. Unas diferencias que el dirigente socialista Diego López Garrido atribuyó a que parte del Ejecutivo quiere utilizar la inmigración como «arma electoral», mientras otros dirigentes elogian la actitud «seria y responsable» del PSOE en un asunto de Estado. Después de las manifestaciones de Eduardo Zaplana, en las que limitó el pacto con los socialistas en la reforma de la ley de Extranjería a cuestiones «de carácter técnico» porque su «posición absurda» en política de inmigración impide consensos más amplios, el secretario de Estado de Extranjería, Ignacio González, sostuvo que el acuerdo con el PSOE es «muy importante». Subrayó que el compromiso alcanzado permitirá modificar una parte sustantiva de una ley que es «el instrumento básico de la política de inmigración». González reconoció que no es «el pacto de Estado» que requiere la política de extranjería, pero sí un avance frente al desacuerdo que ha reinado en los últimos cuatro años. El optimismo del secretario de Estado no fue compartido por el vicepresidente segundo y ministro de la Presidencia, Javier Arenas, quien consideró que es «imposible» llegar a un «pacto global» con los socialistas mientras mantengan el recurso que han planteado ante el Tribunal Constitucional sobre una parte de la ley de Extranjería. Una impugnación que los mandatarios socialistas no piensa, por ahora, retirar. López Garrido sostuvo que una parte del Gobierno quiere entrar en el «juego sucio» con la política de inmigración para que se convierta en un «elemento electoral».