| Análisis | Casos con grandes similitudes |
¿Inocente o inductora?
Dolores, Elvira y Carmina Vázquez Mosquera, las tres hermanas, viven unidas en una piña la voragine que desde hace algo mas de tres años desató la detención de la primera como presunta autora del asesinato de Rocio Wanninkhof . Es más que probable que anteayer tomarán como positiva la noticia de la suspensión del juicio que el próximo día 14 se iba a convertir de nuevo a Loly en el epicentro del morbo nacional. Era una victoria más a su favor después del primer juicio de hace ahora dos años en el que un ju-rado popular la condenó con una clamorosa falta de pruebas, al menos directas. Pero ayer se le han vuelto a torcer las cosas. En un horizonte no muy lejano se puede ver de nuevo en el banquillo. Esta vez no estaría sola, sino acompañada por, al menos otra persona: Tony Alexander King. Mientras tanto, la policía investiga la posible relación del británico Tony Alexander King con la desaparición de otra joven, hace tres años, en el municipio granadino de Motril. Se trata de María Teresa Fernández Martín, que no volvió a su domicilio el 18 de agosto del 2000, cuando tenía 18 años, y desde entonces no hay rastro alguno de su paradero. Su madre, Teresa Martín, jamás desechó la esperanza de que fuera hallada con vida, a pesar de que los expertos de la Brigada de Homicidios no consiguieron recabar ni una sola pista que permita esclarecer el caso. La chica fue vista por última vez cerca de una parada de autobús en el centro del municipio, a donde su padre la había trasladado en coche. Desde allí, María Teresa tenía pensado acudir con unos amigos a un concierto del grupo leonés «Café Quijano», programado dentro de las fiestas de la localidad costera. Poco antes de desaparecer, envió un mensaje de texto con su teléfono móvil al chico con el que salía, al que advirtió que llegaría tarde a la cita que habían concertado. Pero nunca acudió y ese mensaje es lo último que se sabe de ella. Los agentes de la Brigada de Homicidios de la Policía Nacional que ayer detuvieron al británico son los mismos que, durante tres años, buscaron pistas que pudieran esclarecer este suceso. Un trabajo difícil, porque en este caso el cadáver de María Teresa nunca fue encontrado y su familia rechaza de plano que hubiera abandonado su domicilio de forma voluntaria, ya que llevaba una vida normal y no había mantenido ninguna discusión con los allegados. Ahora, la policía interrogará también a Tony Alexander King sobre María Teresa para comprobar si está implicado en su desaparición. Los investigadores no descartan que el británico sea la persona que abandonó un coche sospechoso en la costa granadina días después de su desaparición.