«Quiero que lo castiguen y diga por qué la mató»

Protagonista Encarnación Guzmán, madre de la joven de Coín (Málaga) Sonia Carabantes encontrada muerta el pasado 19 de agosto, pidió ayer que si es culpable el británico Tony Alexander King, detenido por su presunta implicación en ese fallecimiento y en el de la joven Rocío Wanninkhof, «que le castiguen». En declaraciones a la Cadena Ser, Encarnación Guzmán afirmó que tras el arresto «estoy un poco más tranquila porque, si le han cogido a ese que dicen que es el culpable, al menos lo van a poner bien puesto y mi hija podrá descansar en paz». La madre manifestó que «aunque no he podido dormir toda la noche pensando en esto, espero que esa persona, si es él, que lo castiguen bien castigado y diga porqué» y que «eso es lo que estoy pensando siempre, porqué». También indicó que «aunque ya a mi hija no me la van a devolver, es una tranquilidad ver que la persona que lo ha hecho ya no va a cometer otro crimen» y que además tiene «tranquilidad porque no es uno del pueblo, porque también pensaba que fuera de aquí, del mismo pueblo». Encarnación señaló que «si es este a ver, porque solo no sé si lo ha podido hacer» y que «si es él solo, que lo pague y si tiene más cómplices, que también lo paguen, porque lo mismo es culpable uno que otro, el que sea». La familia de Sonia ha sentido «alivio» tras la detención en Alhaurín el Grande (Málaga) de un ciudadano británico por su presunta implicación en este crimen. Antonio Carabantes, el hermano mayor de Sonia, dijo ayer en conferencia de prensa que al conocer la noticia de la detención, que les fue comunicada por el subdelegado del Gobierno en Málaga, Carlos Rubio, tuvieron «una sensación de alivio dentro de lo que cabe, y un poquito de alegría». Con la detención de Tony Alexander King, dijo que se han quitado «un peso de encima, porque siempre estás pensando quién es y cuándo lo van a coger», y esto les ha permitido «dormir mejor» esta noche, reconoció. Tras agradecer el trabajo de los investigadores, Antonio Carabantes dijo que toda la familia está más tranquila y espera «que se haga justicia», y que su madre, Encarnación Guzmán, que estaba «muy alterada».