Diario de León

Los análisis oficiales de ADN prueban que el sospechoso estuvo en los dos escenarios, pero niega conocer a Dolores Vázquez

King reconoce que atropelló borracho a Sonia y se exculpa del crimen de Rocío

La Policía no cree la versión del británico, que habría tratado de violar a la joven antes de estrangularla.

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C. Montes \ M. Sáiz - madrid
León

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? Es una autoinculpación, no una confesión formal, matizan los mandos policiales. Tony Alexander King, en una declaración llena de lagunas ante los funcionarios de la Policía Nacional de Málaga, se desmarcó en todo momento del asesinato de Rocio Wanninkhof, se escudó una y otra vez en una supuesta borrachera para no dar demasiados detalles de cómo murió Sonia. «Quizás fue accidente de tráfico», «sólo recuerdo mucha sangre», «estuve con la chica» o «no sé como su cuerpo llegó al maletero» fueron algunas de las inconexas frases con las que King explicó lo que sucedió la noche del 14 de agosto. Según la vaga versión del sospechoso, la noche de autos había bebido mucho durante la feria de Coín y el alcohol le nubla los recuerdos. De su encuentro con Sonia hasta que vio su cadáver en el maletero, únicamente dijo recordar imágenes sueltas («fogonazos», «flashes»... ) . La versión del británico no convenció en absoluto a los agentes, que se hacen una idea de lo que pasó: King habría conducido su Mazda blanco hasta las cercanías del domicilio de Sonia, a la que quizás conociese. El británico abordó a la fallecida. Los agentes piensan que el sospechoso trató de forzarla sexualmente y que ésta trató de huir, momento en el que el inglés la atropelló. La chica intentó volver a escapar pero el inglés la atrapó y la introdujo en el coche, antes o después de estrangularla. Pese a que los agentes de la Policía explicaron con todo detalle a Tony Alexander King que sus muestras de ADN son idénticas a las halladas en la colilla del cigarro Royal Crown que se encontró junto al cuerpo de Rocío Wanninkhof el 2 de noviembre de 1999 en Marbella, y que esto es ya una prueba de cargo suficiente para acusarle también de su asesinato, el británico se mantuvo en sus trece y negó una y otra vez cualquier relación con este caso, tras asegurar no saber cómo el cigarro con su saliva y con muestras de tejido epitelial de sus labios había llegado a parar al escenario del crimen. El británico también desmintió conocer a Dolores Vázquez. Aunque los indicios de la relación entre el británico y Vázquez se difuminan, los investigadores de la Policía y de la Guardia Civil, al margen de la prueba de la colilla, creen que lo pueden relacionar con el asesinato de Rocio, como el hecho de que en la época del asesinato el sospechoso viviera en Mijas, lugar de la desaparición de la joven. «Lo único que ha cambiado es que ahora estamos más tranquilos, pero mi hermana ya no regresará» ANTONIO CARABANTES Hermano de Sonia

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