La sombra de Loli se desvanece

? Tras cuatro años como única acusada por el asesinato de Rocío Wanninkhof, Dolores Vázquez podría quedar en libertad sin cargos si se demuestra que Tony Alexander King es el único autor de este crimen, tal y como él mismo confesó ante la Guardia Civil. Loli, así la conocen en su entorno, fue acusada, juzgada y sentenciada a 15 años de prisión por un jurado popular a partir de los indicios reunidos por los investigadores, pero sin pruebas materiales. Ella siempre aseguró ser inocente. Su abogado, Pedro Apalategui, aseguró ayer que, después de conocer la confesión realizada por el británico en dependencias policiales, Dolores rompió a llorar «en un llanto histérico» que no la dejaba hablar. La familia no descarta pedir una indemnización por daños morales y por los 18 meses que la acusada permaneció en la cárcel. Hasta ahora, lo único demostrado es que la acusada mantuvo durante más de diez años una relación sentimental con la madre de Rocío, Alicia Hornos y que durante ese período maduró entre la joven muerta y Loli un sentimiento de mutua animadversión, que tras el crimen convirtió a Dolores en la única sospechosa. Fue condenada sólo a partir de indicios de culpabilidad, pero sin que los investigadores aportasen una sola prueba concluyente de que ella fuera la autora de las nueve puñaladas que segaron la vida de Rocío. Indicios tales como su perfil psicológico, descrito por los psiquiatras como dominante y violento, su coartada débil y los testimonios de una limpiadora que trabajó en su casa y que aseguró haberla sorprendido rasgando con un cuchillo una foto de Rocío. El móvil del crimen fue atribuido a los celos por el cariño y las atenciones que la madre profesaba a su hija. Dolores fue detenida en septiembre del 2000 acusada del crimen y encarcelada. Un año después, el 25 de septiembre del 2001, un jurado popular la declaró culpable de este asesinato. La Audiencia Provincial de Málaga la sentenció a 15 años de cárcel y a indemnizar a la familia de Rocío con la cantidad de 108.000 euros (18 millones de las antiguas pesetas). Pero el veredicto fue anulado cinco meses más tarde por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Andalucía, que ordenó anular el juicio porque los argumentos en los que se apoyó la sentencia «eran a todas luces generalizados, inconcretos e insuficientes». Según su examen, era «imposible determinar sobre qué pruebas se basó el tribunal para emitir el veredicto de culpabilidad». Esas consideraciones fueron validadas por la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, que en marzo del 2003 dio por buena la resolución del TSJ andaluz. Entre tanto, Dolores Vázquez pasó 18 meses en prisión provisional y sólo quedó en libertad, tras depositar una fianza de 30.000 euros, cinco millones de pesetas. La fecha prevista para la repetición del juicio era el 14 de octubre, pero ha quedado aplazado indefinidamente.