El Gobierno presenta un presupuesto continuista confiado en la recuperación

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, entregó ayer en el Congreso de los Diputados un proyecto de ley de Presupuestos para 2004 continuista, basado en el mismo modelo de estabilidad presupuestaria de ejercicios anteriores y confiado en la recuperación económica y el mayor dinamismo en inversión y actividad empresarial que conllevará. Según el propio ministro, las últimas cuentas públicas de la época Aznar pretenden poner las bases para una nueva etapa de crecimiento en un momento en el que existe un «claro tono de recuperación» del comercio y las economías mundiales, para la que se busca la mejor posición de las empresas y las finanzas públicas. Impulso económico, creación de empleo, seguridad ciudadana y menos impuestos son las cuatro claves del Presupuesto que viene, que pretende cerrar los ocho años de Gobierno del PP con un 3% de crecimiento, en un entorno de bajos tipos de interés y más inversión, a pesar de que todas las instituciones y servicios de estudios estiman un avance menor del Producto Interior Bruto (PIB) español en 2004 y advierten de que la esperada recuperación es más lenta de lo previsto. Frente a ello, los responsables económicos del Ejecutivo confían en el equilibrio de las cuentas públicas como base del crecimiento y la inversión, avalado por un escenario de bajos tipos de interés que abaratan la financiación privada y permiten el ahorro de «cantidades ingentes» de dinero en intereses de la Deuda Pública. Montoro calificó de puramente electoral la falta de apoyo de CiU a sus cuentas públicas en el debate de las enmiendas a la totalidad, pero confió en que se podrá reconducir la situación en el resto del trámite parlamentario, una vez que se pasen las elecciones catalanas. Reservándose el anuncio para otro momento, pero dentro de esa estrategia de apoyo a la inversión privada como base de futuro, Montoro reconoció que el Gobierno estudia la congelación de los impuestos que gravan a las Pymes y los profesionales, y abogó por continuar con las rebajas tributarias que sea posible realizar, de forma que queda descartada cualquier posibilidad de descontar la inflación de las tarifas del IRPF. Con ese escenario, el Presupuesto consolidado del Estado, la Seguridad Social y los organismos autónomos alcanzará unos ingresos no financieros de 216.832 millones de euros, un 5,2% más que este año. Ese avance se logrará de la mano de un aumento de la recaudación tributaria del 5,3% y de las cotizaciones sociales en un 6,7%. El Gobierno augura un buen año de beneficios empresariales, en el que su tributación avanzará a ritmos superiores al 8%, similares a los de los impuestos que gravan el consumo (IVA e Impuestos Especiales), que seguirá siendo la base de la economía española. El IRPF generará un 5,5% más de recaudación, gracias al aumento de la base de contribuyentes, a pesar de que en 2004 se contabilizará el primer ejercicio de rebaja de tarifas y retenciones. Sólo en el caso del Estado, los ingresos serán de 110.496 millones de euros, un 5,9% más que este año. El gasto consolidado no financiero se colocará el año que viene en 220.690 millones de euros, con un aumento del 4,3%, en el que se constata un techo de gasto sólo del Estado -aprobado en la pasada primavera por el Congreso en virtud de la Ley de Estabilidad Presupuestaria de 117.627 millones de euros, un 3,9% más que este año. De todas esas cifras se deriva un déficit estatal del 0,4% del PIB, que se compensa con un superávit similar de la Seguridad Social, cuyas cuentas se consolidan con las del Estado, por el hecho de que existe una deuda histórica entre ambas instituciones, cuyo pago se aplaza durante otros diez años, en virtud de lo dispuesto en la Ley de Acompañamiento a estos Presupuestos.