Diario de León

Seis millones de euros irán destinados a adelantar gastos de trabajo

El Gobierno refuerza el espionaje para afrontar «nuevos retos»

Los 162 millones de presupuesto servirán para que más agentes trabajen más en más países

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C. Calvar - madrid
León

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«Nuevos retos» quiere decir también nuevos gastos. Por eso el Gobierno, empeñado en reforzar el papel de España en el mundo, disparará en 2004 el esfuerzo presupuestario destinado a financiar las actividades de sus servicios de inteligencia y espionaje. En conjunto, las cantidades asignadas al Centro Nacional de Inteligencia, rondarán el año próximo los 162 millones de euros (casi 27.000 millones de pesetas), un 17,3% más que en 2003. Las partidas que más aumentan son las destinadas a pagar a los agentes y a cubrir los gastos corrientes -reservados o correspondientes a material y suministros- derivados de sus misiones. Los denominados «gastos de personal» acaparan la mayor parte del presupuesto. Superarán los 95 millones de euros, once millones más que el anterior ejercicio. El Gobierno justifica la necesidad de reforzar el CNI con este argumento: «El despliegue del Centro se encuentra implantado a lo largo de toda la geografía mundial, lo que genera una gran necesidad de recursos económicos», y añade que esos recursos son precisos para que sus miembros «puedan afrontar los nuevos retos del escenario internacional e internacional». La expresión «nuevos retos», muy repetida por los expertos en seguridad desde el 11-S, resume la percepción que tiene el Ejecutivo de los cambios experimentados en el escenario mundial, que ya fueron expresados en las conclusiones del proceso de Revisión Estratégica de la Defensa: el panorama estratégico ha cambiado, han surgido nuevas amenazas que hacen preciso modernizar los ejércitos y potenciar los servicios de inteligencia. El objetivo es doble. Por un lado, el Gobierno quiere un servicio secreto más eficaz, pero también lo suficientemente amplio como para anticiparse a cualquier actuación en cualquier parte del mundo contraria a sus intereses, ya sean políticos, económicos o estratégicos. Por otro, aspira a reforzar la presencia de espías en zonas «calientes» del planeta, para prevenir ataques terroristas a gran escala dirigidos contra el territorio nacional. Es decir, el objetivo es crear una red de espionaje mayor, con más funcionarios y más agentes, que trabajen más y en un mayor número de países. De ahí que también incremente de forma considerable los fondos destinados a los «gastos corrientes en bienes y servicios» de «La Casa», cuya partida superará los 35 millones y medio de euros. Se trata de un aumento de seis millones (más de 1.000 millones de pesetas) con respecto a 2003 para pagar el material y los suministros necesarios para que los agentes lleven a cabo esas misiones en los cinco continentes. Dentro de esa partida están incluidos los denominados «gastos reservados», esto es, dinero a disposición de las diferentes bases para sobornar y pagar a sus confidentes, o para la compra directa de información de interés para la seguridad nacional. El año próximo superará los 10 millones de euros, casi dos millones más que el año anterior.

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