Descubren en Zaragoza una sima a 650 metros de la línea del AVE

El terreno vuelve a ceder. Una sima de ocho metros de diámetro y 15,5 de profundidad fue descubierta el lunes por unos agricultores en el entorno de la línea del AVE Madrid-Zaragoza Lérida. Los redactores del proyecto consultivo insisten en que la línea está «preservada ante hundimientos», pero los Gobiernos de Aragón y Cataluña ya han pedido al ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, que reafirme que no habrá problemas de seguridad. A nueve días de que la vía entre en servicio, el Colegio de Geólogos de Aragón advierte del peligro de nuevos riesgos y hundimientos. El pasado lunes un agricultor se encontró con una gran sima en el entorno de la línea de Alta Velocidad Madrid-Lérida. El boquete descubre parte de una caverna subterránea de elevadas proporciones y afecta a un campo de alfalfa ubicado a unos 650 metros de las vías de acceso del AVE que tiene prevista su puesta en funcionamiento en apenas una semana. La vía de alta velocidad comenzará a funcionar, tras un año de aplazamientos, el 11 de octubre con dos trenes AVE de la línea de Madrid a Sevilla, y varios talgos Altaria, que, por la vía convencional, terminarán el vieje hasta Barcelona. La gran sima se encuentra cerca de la zona calificada de «mayor peligrosidad de hundimientos» en un informe firmado en mayo por un grupo de investigadores del departamento de Geología de la Universidad de Zaragoza. En los mapas facilitados figuraba en estos campos una dolina activa junto al AVE y se clasificaba su entorno como una «peligrosidad real muy alta y potencial alta». El subsuelo de todas esas huertas y el del AVE es el mismo, compuesto por estratos yesíferos que deshacen por acción de las corrientes subterráneas de agua. El socavón está a dos kilómetros del punto del corredor en el que se hundió el terreno entre las dos vías del AVE y las otras dos de la Ronda Sur de mercancías. En el mismo entorno, ceden todos los años campos de labranza y se resquebrajan muros. En la zona se han hecho otros agujeros aunque no de este tamaño. En un campo cercano de 2.000 metros cuadrados cede todos los años el suelo unos 20 centímetros y se rellena con tierra. A pesar de estos hundimientos, los consultores de ingeniería encargados de redactar el proyecto constructivo del tramo y del posterior seguimiento y control de obras, insisten en que la línea ferroviaria de Alta Velocidad está «perfectamente preservada» de posibles movimientos de tierras. Además, rechazaron que las vías de este tramo puedan verse afectadas por nuevos hundimiento, dado que este tramo de AVE cuenta con márgenes de terreno lateral más anchos que los del resto del corredor, que han recibido también el correspondiente tratamiento ante hundimientos. Dichos márgenes se construyeron en pendiente para evitar que el agua de lluvia se concentre en la vía y pueda pasar así humedad a los yesos del subsuelo. Además, y según explicaron, el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), ente público del Ministerio de Fomento promotor de los corredores AVE, desarrolla de forma más intensiva en este tramo el programa de vigilancia permanente que lleva a cabo en toda la línea, tanto de forma personal como instrumental. Según estas consultoras, el GIF ha dispuesto en esta zona instrumentos que detectan posibles movimientos de terraplenes en las zonas más susceptibles. Además añadieron que el gestor ha realizado una campaña de reconocimientos técnicos en los terrenos antes de que les adjudicara la redacción del proyecto, actuaciones que posteriormente continuaron desarrollando tanto estas consultoras como posteriormente FCC, constructora adjudicataria del tramo.