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Las decisiones aprobadas con el apoyo de Batasuna pueden ser anuladas por el Supremo

Bronca en el Parlamento Vasco al dar Atutxa la palabra a un miembro de SA

Los votos radicales salvan las ayudas propuestas por el PNV a los familiares de presos de ETA

La diputada de SA Jone Goiricelaya interviene ante la Cámara con la ausencia de los populares

Publicado por
Lucas Irigoyen - vitoria
León

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El primer pleno del actual periodo de sesiones del Parlamento vasco, celebrado ayer, estuvo protagonizado por la tensión y la bronca. Al clima de inseguridad jurídica que el Tribunal Supremo ha provocado al avisar de que podrán ser anulados todos los acuerdos en cuya tramitación intervenga Socialistas Abertzales se une el enfado que provoca en populares y socialistas el empeño del presidente de la Cámara, Juan María Atutxa, de que los portavoces aberzales intervengan en la labor parlamentaria como si las resoluciones judiciales no existiesen. Los parlamentarios debatían en primer lugar una proposición de los partidos que apoyan al Gobierno vasco en apoyo de tres obreros muertos al reprimir la Policía la protesta que mantenían en una parroquia de Vitoria el 3 de marco de 1976. Cuando Atutxa dio paso al diputado de SA Antton Morcillo, el popular Leopoldo Barreda pidió la palabra para recordar que «a tenor de los requerimientos del Tribunal Supremo, el grupo Socialistas Abertzales no existe en la cámara vasca», como hace siempre que se produce tal situación. Atutxa rechazó modificar su decisión con el argumento de que «no hay novedad notificada por vía oficial al respecto» y que, por lo tanto, «no consta la existencia de ningún grupo reglamentariamente disuelto». Después, PNV, EA e IU obtuvieron el apoyo de Batasuna para salvar las ayudas económicas para que los familiares de los presos de ETA puedan viajar a visitarlos a las cárceles donde cumplen condena. El Partido Popular -con el apoyo del PSE- defendió la suspensión de esas partidas económicas, ya que, según Carlos Urquijo, «son un despropósito, ya que suponen una ofensa y un agravio y una bofetada a las víctimas de ETA». Por parte de PNV, Emilio Olabarría defendió las ayudas económicas porque «en el artículo 25 de la Constitución se habla de la reinserción social y del no desarraigo de los presos de su entorno familiar». Además, el tripartito vasco sacó adelante otra propuesta, también gracias a los votos aberzales , que aboga por «el derecho que los presos vascos tienen para realizar estudios en universidades que puedan garantizar el uso de las lenguas que los estatutos de las comunidades autónomas consideran oficiales». La tensión del debate fue en aumento hasta que el popular Urquijo acusó a la diputada de SA Jone Goiricelaya de pertenecer a ETA. Una denuncia que la parlamentaria replicó desde la tribuna con imprecaciones de «fascista» y «torturador» para su oponente, al que reprochó el «empeño del PP en instrumentalizar las víctimas». Urquijo pidió a Atutxa que obligara a Goiricelaya a retirar las acusaciones de «torturador» y «fascista», que suponen un insulto y la atribución de un delito. Pero Atutxa se negó a atender el requerimiento del diputado popular, porque, en su opinión, no hay ningún grupo parlamentario con el nombre de Batasuna, por lo que consideró cerrado el cruce de insultos con un «empate» e instó a Urquijo, pese a sus protestas, a proseguir con el debate. «No consta la existencia de ningún grupo reglamentariamente disuelto» JUAN MARÍA ATUTXA Presidente del Parlamento Vasco