Una caída de tensión provoca un parón durante la reinauguración del AVE

Una caída de tensión en los cables de electrificación de la línea ferroviaria de alta velocidad Madrid-Lérida, fruto de una sobrecarga, provocó una parada mínima en uno de los dos trenes AVE que ayer martes realizaron varios viajes promocionales, a los que asistieron representantes de los medios de comunicación madrileños, aragoneses y catalanes. Dicha pausa inesperada, que duró unos dos minutos, se produjo cerca de la localidad de Jadraque (Guadalajara), aunque no afectó a la duración final del desplazamiento, pues el convoy afectado llegó a su destino incluso con cinco minutos de adelanto sobre el horario previsto por la dirección de Renfe, es decir, dos horas y 40 minutos entre Madrid y Lérida. De hecho, desde la compañía ferroviaria se quiso restar importancia al suceso, que se originó en una de las subestaciones de electricidad, es decir, en uno de los puntos desde donde se produce la alimentación de energía a la línea. Por su parte, un portavoz del Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), el ente público que gestiona la red de alta velocidad, explicó que el tren tuvo que ralentizar su marcha tras saltar el diferencial del sistema al detectar una sobrecarga de tensión, una medida de seguridad necesaria para evitar que se produzca un incidente mayor en la instalación afectada. Una vez subsanadas las deficiencias, el sistema eléctrico se rearmó por control automático y el tren volvió a alcanzar su ritmo anterior de marcha, que ronda una velocidad media de 175 kilómetros por hora. Según el GIF, el problema se inició en la subestación eléctrica de Medinacelli (Soria), debido a un sobreexceso en la alimentación de energía que suministra la compañía Red Eléctrica de España (REE), que trabaja con la Administración en el AVE Madrid-Lérida. Fuentes de dicho ente, dependiente del Ministerio de Fomento, argumentaron que este tipo de situaciones son «algo normal» en las líneas nuevas de alta velocidad, hasta que se logra evaluar cuál es la tensión adecuada y necesaria. Pese a lo cual, el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, aseguró ayer que los trenes de la nueva línea Madrid-Lérida podrán alcanzar una velocidad de 300 kilómetros por hora cuando Renfe disponga de los nuevos Ave adquiridos para el corredor y se concluya la inslatación del nuevo sistema de seguridad y señalización Ertms. No obstante, el titular de Fomento condicionó a que el consorcio Csee Transport (Ansaldo) y Cobra (ACS) instale «en los plazos previstos» el nuevo sistema de seguridad Ertms la disposición de la línea para que los trenes superen la velocidad máxima de 200 kilómetros con la que se pondrá en servicio. Curiosamente, el punto donde ayer ocurrió el incidente (kilómetro 117 de la vía) está muy cerca -apenas a cuatro kilómetros- de uno de los lugares donde el pasado 27 de febrero se descubrió un extraño sabotaje, dentro del término municipal de Las Inviernas (Guadalajara), hecho que Fomento esgrimió como causa principal de la suspensión de los viajes del AVE Madrid-Lérida, recuperados siete meses después. Inauguración oficial Al reestreno de los viajes promocionales asistieron el presidente de Renfe, Miguel Corsini, el secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, y el presidente del GIF, Ramón Escribano. Aunque la inauguración oficial de la línea, a cargo de los Reyes, tendrá lugar pasado mañana. Habrá 11 trenes diarios por sentido, repartidos entre las siete de la mañana y las doce de la noche, aunque sólo cuatro de los trayectos serán realizados por los dos AVE tomados de la línea Madrid-Sevilla, ya que el resto se cubrirán con los Talgo Altaria (del mismo tipo que los utilizados para conectar con Valencia), con prestaciones menores en velocidad y más tiempo de viaje.