Acebes afirma que la delincuencia descendió un 5% en el último año

Ya no es una deceleración en el crecimiento del número de delitos. El titular del Interior, Ángel Acebes, dio ayer en el Congreso la noticia que esperaba confirmar oficialmente desde su llegada al departamento en julio del pasado año: la criminalidad en España comienza a descender después de cuatro años de continuo aumento, en los que se llegaron a producir incrementos en el número de infracciones penales de hasta el 10% en doce meses. Desde que en septiembre del 2002 se pusiera en marcha el denominado Plan contra la Delincuencia -apadrinado por Justicia e Interior-, el volumen de delitos conocidos cayó en un 5,24%, según los datos del ministro, que fueron puestos en duda en todo momento por el Partido Socialista. De enero a agosto del 2003, la caída en la criminalidad fue un 2,44%. Ángel Acebes, durante su intervención en la Comisión de Justicia e Interior, hizo especial hincapié en que la reducción fue más intensa en las «infracciones penales más graves» (delitos), que cayeron en un 7,57%. No obstante, hubo de reconocer que las medidas policiales y judiciales no tuvieron efecto en las faltas, que continuaron creciendo, por quinto año consecutivo, en un 2,71%. «Estamos en el buen camino, los indicadores así lo reflejan», explicó el ministro, que evitó hacer «ningún triunfalismo» porque «queda mucho trabajo por hacer» para «reducir aún más la delincuencia». Para ilustrar este esperado descenso, Acebes utilizó el llamado índice de criminalidad (número de infracciones penales por cada 1.000 habitantes): de 33,14 en los ocho primeros meses del 2002 a 32,33 en idéntico período de este año, siempre según las estadísticas del titular de Interior. El ministro también destacó que el programa contra la delincuencia diseñado por él mismo y por el titular de Justicia, José María Michavila, tuvo una incidencia destacada en uno de sus objetivos prioritarios: frenar los delitos contra la propiedad. Así, los robos en general cayeron en ocho puntos, aunque hubo diferencias entre las diversas topologías penales. Los que menos se redujeron fueron los hurtos en un 3,3%, seguidos de los robos con fuerza en los inmuebles (6,65%), sustracciones de vehículos (9,96%) y los robos en el interior de los automóviles (12,48%). Más espinoso fue para el ministro el «tema puntual» del imparable incremento de muertes violentas en Madrid (85 en la comunidad en 2003, el doble del año pasado) que justificó por ajustes de cuentas entre bandas. Versión opuesta Pese a la convicción del ministro, ni el PSOE ni Izquierda Unida dieron credibilidad alguna a los primeros datos oficiales. Desde las filas socialistas fue Victorino Mayoral quien reprochó al ministro no tener la posibilidad de rebatir sus datos por la «falta de transparencia» de Interior y por la negativa del Gobierno a facilitar al Parlamento las estadísticas pormenorizadas sobre la evolución de los seguridad pública. «Le creeríamos si su política se caracterizara por facilitar información y por la transparencia», dijo el diputado de la oposición. «No podemos dar total y plena confianza a los datos que nos ha dado», lamentó Mayoral. Desde Izquierda Unida, Felipe Alcaraz centró sus críticas en la descoordinación entre la Policía y la Guardia Civil y reprochó a Interior, en particular a la época en que este ministerio estaba dirigido por Jaime Mayor Oreja, el «abandono de la lucha contra la delincuencia» a favor de la antiterrorista. Alcaraz calificó de «funesto» el trabajo de Interior en seguridad pública y dijo que las iniciativas de este departamento son en realidad políticas de «imagen».