Las tres cuartas partes regentan pymes de comercio, servicios o talleres y el resto son agricultores
45.000 autónomos leoneses mejoran su cobertura por enfermedad y accidentes
El 80% cotizan sólo 205 euros al mes a la Seguridad Social, menos que cualquier empleado
«El autónomo merece un poco más de respeto como trabajador de sol a sol» PEDRO RABANILLO Excoordinador de la Iniciativa Popular de Autónomos Un total de 32.169 empresarios autónomos leoneses propietarios de pymes de industria (pequeños talleres), comercio o servicios, así como 11.948 agricultores más por cuenta propia, según estadísticas de la Seguridad Social referidas al pasado mes de agosto, se beneficiarán a partir del próximo 1 de noviembre del Decreto aprobado hoy por el Consejo de Ministros en el que se les reconoce el derecho a percibir prestaciones por enfermedad desde el cuarto día de baja o por accidente laboral desde el primero. Hasta ahora las bajas por enfermedad sólo se cobraban desde el decimosexto día del parte médico y las de accidente ni siquiera se contemplaban. A cambio de esta mejora en las prestaciones asistenciales de la seguridad social para los propietarios de pequeñas y medianas empresas estos sólo tendrán que pagar pequeñas cantidades adicionales, que oscilan entre el 1,8% y el 3,3% de las actuales, dependiendo del índice de riesgo o peligrosidad de sus actividades, en su mayor parte muy escaso. Según datos de la tesorería de la Seguridad Social, aproximadamente un tercio de las afiliaciones al Régimen de Autónomos corresponden a pequeños comercios, en tanto que otra tercera parte se discribuye, mitad por mitad, entre autoempleados de construcción y hostelería y el resto entre un amplio abanico de pymes industriales (talleres familiares), transportistas, profesiones liberales y servicios de todo tipo. El número de autónomos ha crecido en León durante la última década cerca de un 20%, bien como alternativa a la falta de puestos de trabajo asalariados o bien en forma de nuevas oportunidades como locales de comida rápida, de ocio infantil, reparto de paquetería, residencias privadas para la tercera edad, etcétera. A ellos hay que sumar en la provincia un número igualmente relevante de agricultores y ganaderos. Nuevas prestaciones La posibilidad de acceder a las nuevas prestaciones es voluntaria, a cambio de cotizar apenas treinta euros más al mes. Según las mismas fuentes del INSS, el 80% de los empresarios autónomos pagan las cuotas mínimas legales (unos 205 euros por mes) a cambio de las cuales percibían hasta ahora beneficios y pensiones proporcionales: en todo caso pagaban y percibían cantidades paradójicamente inferiores a las de sus propios empleados. Según las estadísticas del INSS, los autónomos prefieren acogerse a los mínimos de cotización en su vida laboral «mientras puedan elegir tarifa hasta que cumplen 50 años, porque luego se les aplica obligatoriamente un complemento anual equivalente al IPC». Salvo casos excepcionales, de profesionales muy cualificados casi nadie paga el equivalente a las tarifas máximas que rigen para los trabajadores por cuenta ajena, «tal vez un 5%». El Gobierno no ha dado a conocer ningún tipo de estudio o estadística, aunque se supone ya elaborado, sobre la repercución de las nuevas prestaciones a los autónomos en las cuentas de la Seguridad Social, de las que sólo se conocen las del Régimen Especial Agrario: por cada peseta que se recauda se pagan dos en pensiones, a cargo de los asalariados de otros sectores.