Los dos millones de pesetas mensuales de Aguirre protagonizan la campaña

Las tres retribuciones que el Estado paga cada mes a Esperanza Aguirre se convirtieron este lunes en las inesperadas protagonistas de la campaña electoral de Madrid. Entre 10.000 y 11.000 euros brutos de pensión como ex presidenta del Senado, 2.500 euros netos por ser portavoz y diputada de la Asamblea de Madrid y 600 euros líquidos de sueldo mínimo de senadora., es decir, más de dos millones mensuales de las antiguas pesetas. Demasiado, a ojos de PSOE e IU, que han exigido a la candidata popular que, «para no desacreditar aún más a la política», se quede con uno solo de esos sueldos, el de diputada madrileña. Intereses Una de las consecuencias que ha tenido la comisión de investigación del caso Tamayo ha sido la sospecha que ha caído sobre las retribuciones, los negocios y los intereses inmobiliarios de los políticos de la región. La portavoz adjunta del PSOE en la Asamblea de Madrid, Ruth Porta, que reconoce que Aguirre no ha incurrido en ninguna ilegalidad, sí cree que «éticamente no es comprensible» que sea portavoz y diputada de Madrid «a media jornada» puesto que no cobra exclusividad por su condición de senadora. Una situación que a Porta le parece «preocupante» porque, en el caso de ser elegida, Aguirre debería aclarar si sería presidenta «a media jornada». La coalición que lidera Fausto Fernández también la acusa de tener un doble rasero por erigirse en abanderada de la ética frente al resto de los candidatos y al mismo tiempo cobrar tres sueldos del Estado. «Ahora es su turno», advirtió este lunes IU, que considera que Aguirre ha incurrido en una «flagrante incoherencia moral y política». Según el equipo de Fernández, esas retribuciones la convierten en una aspirante a la presidencia de la Comunidad de «dudosa capacidad ética y poco merecedora de la confianza del electorado madrileño» y por ello la emplazaron a renunciar a todos esos sueldos, salvo al de diputada de la Asamblea de Madrid. El portavoz de la campaña electoral del PP, Miguel Ángel Villanueva, recordó que la asignación que Aguirre percibe como ex presidenta de la Cámara Alta es la misma que han tenido otros ex presidentes socialistas y destacó que ha renunciado a su sueldo de senadora, aunque no tenía por qué hacerlo. Los 600 euros que actualmente cobra son una percepción «mínima e irrenunciable» establecida por ley para cualquier senador. PSOE e IU también quieren que Aguirre haga público su patrimonio. Los partidos más afectados por el escándalo en Madrid han publicado sus bienes.