El futuro es la incertidumbre

Los agricultores del Páramo Bajo están desconcertados ante el incierto futuro que les espera. Miran al horizonte y no ven nada más que problemas. No hay más que pasarse por cualquier bar y hablar con alguno de ellos para darse cuenta de sus preocupaciones. Si a la actual problemática con las tarifas de riego que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) quiere imponerles, se le suma la reforma de la PAC que entrará en vigor en el año 2005 que reducirá de una manera importante las ayudas, las grandes inversiones en maquinaria realizadas, una posible modernización de las estructuras de riego y un largo etcétera de gastos, no ven salida a su situación. Y es que cualquiera que conozca la situación socioeconómica de la zona sabe perfectamente que el sector agrícola es posiblemente el más valiente a la hora de embarcarse en créditos millonarios para poder seguir adelante. No hay año que no sea necesario renovar alguna maquinaria. Este año un tractor nuevo, al siguiente un almacén, al otro comprar una finca. Y no hay otra forma de sobrevivir. Renovarse o morir «Como te quedes atrás estás perdido. Pero ahora la situación ya no la podemos aguantar. Tenemos tantos gastos que con los ingresos no podemos hacer frente a los créditos», dice uno de ellos. En relación con la problemática actual surgida a raíz de las tarifas de riego que CHD pretende imponerles, los regantes del Páramo Bajo quieren dejar claro que ellos nunca se han negado a pagar, pero quieren hacerlo como el resto de comunidades de riego de la provincia. «Nos han engañado. Siempre se nos dijo cuando se hicieron las obras de la estación de bombeo para subir el agua del Esla en lugar construir el pantano de Omaña que jamás pagaríamos más que el resto de los agricultores de la provincia por el agua y ahora nos vienen con estas», afirma otro regante. Ahora mismo los agricultores ya tienen claro que tendrán que pagar las obras realizadas. Ven muy difícil que CHD acceda a condonarles la deuda o que la Administración se haga cargo de ella. Lo único que piden es un sistema de financiación «más racional». No entienden que en el año 2008 tengan que pagar 164 euros por hectárea y 25 años después sólo tres. «Con una financiación similar a ésta ninguna pareja joven sería capaz de comprar un piso. Si el primer año le piden una cantidad desorbitada, simplemente no lo comprarían. No entendemos ese sistema de financiación regresivo en el que los primeros años se pague una cantidad muy grande y después se vaya reduciendo. Una solución sería que se estableciera una tarifa plana en la que ni se pagaran 164 euros ahora ni tres dentro de 25 años, sino que se hiciera la media y todos los años hubiera que pagar lo mismo. Además, que en lugar de 25 años se estableciera una financiación a 50. Pagaríamos el coste de las obras igualmente pero sería más llevadero», comentaba hace unos días José Antonio Turrado, secretario regional de Asaja, opinión con la que la gran mayoría de los agricultores está de acuerdo. Dificultades para los jubilados Con las tarifas anunciadas por CHD los muchos jubilados de la comarca van a ver mermada de forma muy importante sus ingresos. Si se tiene en cuenta que el cobro de las tasas se cargará a los propietarios de las fincas y éstas, en buena parte, están en manos de los agricultores ya retirados, algunos de ellos van a tener problemas para poder pagarlas. Decía un alcalde que «un pensionista con 10 hectáreas no podría hacer frente a las tarifas».