«No hay ninguna razón objetiva para un absentismo local tan alto», según la Fele

Según el secretario general de la Fele, Roberto Suárez, también representante de la gran patronal CEOE en el Consejo Económico y Social de España (CES) el problema del absentismo laboral viene de antiguo, aunque sólo comenzó a abordarse seriamente a raíz del llamado Pacto de Toledo para salvar de la quiebra a la Seguridad Social en 1995. «En aquella fecha los acuerdos fueron suscritos por los partidos y los sindicatos, aunque con reticencias de la CEOE, porque pensábamos, y seguimos haciéndolo, que los empresarios españoles pagan por término medio un 11% más de impuestos que la media europea y que, aunque había que salvar el sistema de la Seguridad Social, también era necesario ahorrar en las recaudaciones». Según Suárez no hay ninguna razón objetiva para que todavía hoy una baja laboral por enfermedad común se prolongue en la provincia de León una media de 53 días, con sus correspondientes costes para las empresas, «porque o es una enfermedad o una invalidez, eso está claro». En la claúsula número 13 del Pacto de Toledo, en todo caso, las patronales pidieron un mayor rigor en el control de las prestaciones por incapacidades laborales, «coincidiendo con una etapa de crisis económica, cuando siempre suben tanto los subsidios de paro como el pago por bajas de enfermedad... Nosotros nos nos negábamos ni a una cosa ni a la otra, sino que sólo exigíamos más inspecciones para evitar picarescas». Ni minas, ni viejos En opinión de la Fele un incide mayor de absentismo laboral en la provincia de León por enfermedades comunes o accidentes sólo hubiera tenido sentido hace una o más décadas, cuando los empleos mineros o de construcción acaparaban más de un tercio de los puestos de trabajo con su correspondiente plus de siniestralidad y enfermedades profesionales. «Sin embargo, el crecimiento del absentismo ha sido un fenómeno generalizado en todas partes, que hace diez años generó la alarma por el futuro de la Seguridad Social, incluso entre los sindicatos». «Todos pedimos entonces una mayor vigilancia en el pago de prestaciones, aunque todavía el año pasado se generó un déficit de casi el 10% en las cantidades presupuestadas a nivel nacional, que pasaron de 4000 a 4.400 millones de euros». La Fele da por buena la cifra de más de 12.000 inspecciones médicas en la provincia de León para controlar el fraude y la picaresca en las bajas por enfermedad y dice sentirse no menos conforme con que en un tercio de ellas se haya obligado a los trabajadores que no estaban realmente enfermos a volver a su puesto. «Lo contrario sería atentar contra el propio sistema de la Seguridad Social, además de contra la economía de las empresas». Se añade que el hecho de que las inspecciones médicas hayan detectado un porcentaje tan elevado de irregularidades -más de tres mil- demuestra que «teníamos razón». «La picaresca termina arruinando a todo el sistema de la Seguridad Social, además de a las empresas» ROBERTO SUÁREZ, representante de Fele, Cecale y CEOE en el Consejo Económico y Social (CES)