La desaparición de un acusado aplaza el juicio del padre coraje

Las cintas que grabó Francisco Holgado, el padre coraje , durante su incursión en el trasmundo del hampa jerezano no llegaron a sonar ayer en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Cádiz. La primera sesión del nuevo juicio por la muerte de Juan Holgado, asesinado en 1995 en una gasolinera de Jerez de la Frontera, fue aplazada hasta hoy al no comparecer uno de los cuatro procesados, Francisco Escalante, que se encuentra en paradero desconocido. Comienzan así a fallar las previsiones iniciales del tribunal gaditano para este nuevo juicio que debió arrancar este lunes a las 10 de la mañana para concluir el próximo 18 de noviembre. Tanto la jornada de ayer como la de hoy estaban reservadas para la audición de las grabaciones que recogen las conversaciones obtenidas por Francisco Holgado durante el tiempo que pasó infiltrado en el submundo de las drogas jerezano, en el que buscó alguna prueba inculpatoria entre los sospechosos de haber participado en el crimen de su hijo. Estas grabaciones son la principal novedad de este juicio y la causa fundamental de que el Tribunal Supremo ordenara su repetición, después de que los tres jueces de la sala se negarán a admitirlas como pruebas durante la celebración del primer juicio, en 1999. La sala ha llamado a declarar en este segundo juicio a 84 testigos, aunque cuatro han fallecido durante los últimos años, en la mayor parte de los casos a causa de las drogas. El presidente del tribunal, Manuel de la Hera, también informó ayer a las partes de la imposibilidad de localizar a un compañero de celda del acusado Domingo Gómez, tal y como solicitaba el abogado de la familia Holgado. Paradero desconocido La Policía Nacional trata ahora de localizar a Francisco Escalante, desaparecido de su domicilio y al que su abogado, Manuel Hortas, reconoce no haber visto «en los últimos dos años». Su posible paradero es un misterio para el defensor, que recordó que su cliente «no tiene domicilio fijo, podría estar en determinadas ciudades y no sabemos si está durmiendo en la calle o no se encuentra en buenas condiciones económicamente». Todas las partes aceptaron el aplazamiento de la vista ordenado por el juez, que el propio Hortas calificó de «razonable, ya que si se le está buscando y en un plazo aproximado de un día se le puede localizar, no merece la pena suspender un juicio de tanta complejidad y con tantos testigos». También la Fiscalía de Cádiz, que empero solicitó el ingreso en prisión provisional para los tres acusados que sí acudieron hoy a la sala de vistas, petición desestimada por la sala, que entendió innecesaria la medida después de comprobar que comparecieron de forma voluntaria. Para reforzar esta tesis, Pedro Asencio, uno de los acusados, se dirigió al presidente de la sala para indicarle que «mañana (por este martes) también voy a venir, yo vendré cada vez que usted me lo pida señor juez». Es este acusado quien asistirá con más interés a la audición de las cintas, ya que es el único de los cuatro imputados que aparece recogido en ellas.