Los leoneses deben a bancos y cajas más de medio billón de las antiguas pesetas para financiar su vivienda
La deuda por hipotecas se dispara en la provincia a 3.300 millones de euros
Las familias se están endeudando a una media de 83.000 euros a pagar en 20 años
Los créditos hipotecarios han crecido en la provincia de León de manera espectacular durante los últimos cinco años hasta situarse actualmente en torno a los 3.300 millones de euros en lo que los economistas clasifican como «deuda viva» o pendiente de amortizar por clientes de bancos y cajas. El incremento ha sido de casi el 39% sólo desde 1999 hasta mediados de este año, sumando actualmente más de medio billón de las antiguas pesetas. El proceso de endeudamiento de las familias leonesas ha corrido paraleo al del resto del país, cuyos créditos hipotecarios crecieron de 210.000 millones de euros a 336.427 millones en el mismo periodo de tiempo, con un incremento aún superior: el 60,47%. Se supone que la diferencia se debe a mayores diferenciales en la especulación del suelo en las grandes áreas urbanas, como Madrid, Barcelona o el País Vasco respecto a las pequeñas capitales de provincia del interior. Según María del Mar Martínez, del departamento de Servicios Financieros de Caja España, entidad que controla más de un tercio del mercado de créditos hipotecarios en la provincia, la demanda de este tipo de préstamos se ha mantenido imparable coincidiendo con la llegada del euro, pasando de 6.685 operaciones en 1999 a 9.852 en el 2002. Respecto a este año y a falta de estadísticas completas, el número de hipotecas se situó en julio en 618, un mes supuestamente medio en volumen de contratos. Sin altibajos en el euro La compra de pisos y viviendas de todo tipo no ha dejado de crecer desde los últimos cinco años, justo en vísperas de la entrada en circulación del euro. Tampoco ha habido altibajos y dientes de sierra en la cuantía media de los créditos hipotecarios, incluso en las provincias con mayor tradición ahorradora, como León. Así, el valor medio declarado ante notario de una hipoteca era de 59.000 euros, cifra que subió sorpresivamente a 71.000 euros en el 2002, apenas estrenada la nueva moneda. Los precios no dejaron de subir en ningún momento los expertos bancarios se inclinan a añadir que las estadisticas se quedan cortas a la hora de reflejar la realidad: también por aquel entonces afloró un un volumen importante de dinero negro que se pagó bajo cuerda a constructores y promotores para rebajar al máximo posible el coste individual de las hipotecas, aunque sin olvidar conjugar estas últimas con desgravaciones fiscales de cara a Hacienda. Esta inperpretación no esta avalada por ningún tipo de estudios o estadísticas financieras de bancos y cajas, pero la evolución de las hipotecas, supuestamente agotado el dinero que escapaba al control del fisco, ha vuelto a subir este año a una media de 83.000 euros por vivienda, casi un 40% más que en los ejercicios anteriores: un incremento de estas características no tiene otra explicación, al menos desde la teoría económica más legal y ortodoxa. Ni la inflación ni la actividad más disparatada en la especulación del suelo serían suficientes para cuadrar este aumento en la cuantía media de las hipotecas en una provincia como León. La provincia de León suele reflejar, aunque con un bienio de retraso, la media de todo tipo de estadísticas nacionales y su evolución en precios y renta, de forma que cabe esperar a corto plazo sólo una ligera ralentización en los precios de la vivienda y, por extensión, en el endeudamiento de las familias por créditos hipotecarios. Lo que ningún banco o caja espera es frenar el negocio: ninguno cree en la llamada burbuja inmobiliaria ni piensa endurecer los préstamos.