Los tres candidatos piden el voto de los madrileños en el cierre de campaña El PSOE exige responsabilidad a Trillo y Aznar Triple boicot a Tamayo

El último día de campaña electoral en Madrid sirvió a los tres candidatos para demostrar, probablemente, la única coincidencia que han mostrado en estos quince días. Los tres apelaron a los madrileños para que acudan a votar y eviten el alto porcentaje de abstención que todos temen. El socialista Rafael Simancas aseguró que la victoria está «al alcance de la mano», mientras que Fausto Fernández, de IU, dependerá de «un escaso puñado de votos». La aspirante popular, Esperanza Aguirre, apeló también al voto masivo para su partido porque «de nada servirá lamentarse el día 27 si por frivolidad nos hemos quedado en casa y al final gana la coalición de PSOE e IU». Contra la abstención «Nada está decidido», dijo Simancas ayer, invitando a los madrileños a acudir a la cita con las urnas «con confianza, ilusión y optimismo». «La decisión está en vuestro voto. Si votáis, ganáis. No votad contra nada ni contra nadie, votad a favor», dijo, convencido de que la victoria del PSOE «está al alcance de la mano». Simancas se mostró muy satisfecho por la forma en la que se ha desarrollado la campaña, «cargada de propuestas positivas», y en la que la Federación Socialista Madrileña «se ha movilizado como nunca». «No dejéis caer los brazos, porque ése es el principal enemigo de vuestras expectativas», aseguró. Y animó a los madrileños a «superar el desánimo y la frustración» que ha provocado la crisis abierta por Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, y «pasar página a la triste y negra historia que ha vivido la Comunidad de Madrid este verano». Voto importante Fernández aseguró que IU ha demostrado en la campaña que es «una fuerza cada vez más aceptada por los ciudadanos, visualizada como útil, segura y tenaz y con mayor capacidad de propuesta y coherencia». Dijo que el resultado de las urnas en esta ocasión será «doblemente importante» porque «va a cambiar el sentido de la política nacional en el futuro». Y precisó que la victoria del PP o de los partidos de izquierda dependerá de «un escaso puñado de votos». La candidata del PP, Esperanza Aguirre, también apeló a sus votantes para que «acudan a votar en masa» a un partido que, según ella, es «garantía de buen gobierno», como reza el eslogan de su campaña. «Con el voto gana la democracia, gane quien gane», añadió, criticando así de nuevo el lema electoral del PSOE, «Para que gane la democracia». Y el llamamiento de Aguirre concluyó con una advertencia: «De nada servirá lamentarse y llevarse las manos a la cabeza el día 27, si por pereza o frivolidad nos hemos quedado en casa y al final gana la coalición de PSOE e IU». «Necesitamos que Madrid siga siendo una comunidad de vanguardia social y de referencia en lo cultural», sentenció Aguirre. El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Jesús Caldera, anunció ayer que su partido aprovechará el próximo Pleno de la Cámara Baja para exigir al jefe del Ejecutivo, José María Aznar, y al ministro de Defensa, Federico Trillo, «las oportunas responsabilidades» sobre el accidente del Yakolev 42 en el que murieron 62 militares españoles. El dirigente socialista garantizó que el PSOE y el resto de la oposición conseguirán «conocer la verdad» y que su partido va a continuar presentando iniciativas con este objetivo. Los tres principales candidatos a presidir Madrid le hicieron el vacío, pero la sombra de Eduardo Tamayo planeó sobre los discursos y los mensajes que lanzaron cada día los líderes regionales del PP, PSOE e IU. El tránsfuga que fue capaz de provocar la repetición de las elecciones de la Comunidad de Madrid por primera vez en la historia no logró que su presencia en la campaña fuera más allá de algunos carteles arrancados en el metro y de pocas intervenciones públicas, que utilizó para arremeter contra su antiguo partido y contra «torquemada Rafael Simancas y Simancas». El propio Simancas, Esperanza Aguirre y Fausto Fernández ningunearon a Tamayo hasta el punto de no mencionar siquiera su nombre en público, aunque sí utilizaron su traición para descalificarse mutuamente durante estos quince días. El ahora secretario general de Nuevo Socialismo, que según las encuestas no conseguirá un solo escaño en la Asamblea de Madrid, dio un toque singular a la campaña al hacer gala de su ética con el lema «Honradez Probada».