Juristas y políticos, a favor de cambiar el orden sucesorio de la Constitución

El inminente compromiso de don Felipe con Letizia Ortiz ha abierto el debate sobre la necesidad de modificar el artículo de la Constitución en el que se establece la preferencia de los varones sobre las mujeres en el orden de sucesión de la Corona. Juristas y políticos coinciden estos días en la necesidad de modificar la Carta Magna para adecuarla a la realidad española, en la que una de las señas de identidad es la igualación creciente de los derechos de hombres y mujeres. No en esta legislatura El presidente del Gobierno, José María Aznar, se pronunció ayer por vez primera sobre el compromiso de don Felipe para anunciar que esta reforma no se impulsará durante la actual legislatura. El presidente Aznar consideró «muy delicado» afrontar en estos momentos una reforma de la Constitución que permita la igualdad de sexos en el orden de sucesión. «Este tipo de cuestiones -indicó- hay que meditarlas muy profundamente antes de hacer cualquier propuesta de acción positiva, dispositiva o reformadora de la Constitución». Además, el jefe del Ejecutivo argumentó que este es un debate al que hay que darle «tiempo» y que no se planteará en la actual legislatura. Más explícito fue el diputado del PP Gabriel Cisneros, uno de los siete ponentes de la Constitución, quien señaló que «el problema se puede re-mitir a un horizonte temporal a medio o largo plazo», ya que el «asalto de los nacionalistas» desaconseja en estos momentos afrontar una reforma de la Carta Magna. En cualquier caos, Cisneros cree que «en 25 años uno de los rasgos de transformación de la sociedad española más espectaculares es el gigantesco salto adelante en la lucha por la igualdad de género». Gabriel Cisneros desveló que en 1978 una diputada de UCD intentó plantear en el ámbito interno del partido la reforma del sistema de sucesión, pero la dirección evitó que «diera estado público a aquella preocupación». La Corona El presidente del Tribunal Constitucional, Manuel Jiménez de Parga, intervino ayer en el debate con argumentos similares al considerar que no es el momento de acometer al reforma. No obstante, añadió que «en el futuro, naturalmente, lo mismo que han cambiado las circunstancias sociales del año 1978 a las circunstancias sociales del siglo XXI, pues probablemente se irá en ese camino». El ponente de la Constitución Miquel Roca fue más allá al mostrarse «convencido» de que será «la propia Corona» la que plantee la reforma del texto constitucional. Una modificación que iría precedida de un complejo procedimiento que implicaría la aprobación del nuevo texto por las dos Cámaras parlamentarias -Senado y Congreso- , la posterior disolución de las Cortes, la ratificación de la reforma por dos tercios de las nuevas Cortes y su aceptación en referéndum popular.