El intercambiador de Valverde decide cuándo estará listo el resto

Mientras los trabajos en los dos primeros tramos de la autovía están terminados, el último tramo licitado, el del intercambiador con las autopistas a Astorga y Asturias continúa aún en obras sin tener toda la traza terminada. Este tramo es el que más conocen los conductores, ya que por él tienen que pasar cuando salen de las dos autopistas y se dirigen a Madrid. En él se pueden ver los avances de los trabajos y la compleja y enorme estructura de carriles que, además, conectará dentro de unos cuatro años con el resto de la ronda Sur de León, cuyas obras se adjudicaron el mes pasado. En realidad, los dos tramos que se abren al tráfico tienen ventaja, ya que los trabajos de construcción comenzaron el 21 de noviembre del 2001 -con la puesta de la primera piedra por parte de Francisco Álvarez Cascos-, un mes antes que los treinta y tantos kilómetros que quedan entre Villamañán y Valverde de la Virgen. Villamañán-Ardón, casi listo En teoría, el tramo entre Villamañán y Ardón está casi listo: sólo falta echar la última capa de rodadura en la mitad de él y pintar. Los operarios aseguraban que, en contra de la creencia popular, en la actualidad se puede asfaltar incluso en temporada fría. «Gracias a que se echan unos pegamentos especiales la calzada queda igual que si se le echara la capa en verano», explicaba uno de ellos. Lo que falta por dar la última capa asfáltica corresponde a la parte donde están los viaductos y a la que conecta con el tramo final del intercambiador. Todo indica que no habrá problema para que esté listo incluso antes de un mes. Sin embargo, el Ministerio prefiere no abrirlo hasta que esté completo el resto de la autovía, que según los cálculos manejados por el gabinete de Cascos será pocos días después. Conexión con la León-Burgos El tramo entre Ardón y el intercambiador de Valverde de la Virgen se completa con otro enlace de intercambio con la autovía A-231 de León a Burgos, aunque éste mucho más pequeño que los dos de los extremos. Las obras tendrán que ir rápido, como se puede ver en el desdoblamiento del ramal de la autopista a Onzonilla, porque serán las que al final tengan el poder de decisión sobre cuándo se abre lo que falta.