Zapatero liquida la oposición útil y retoma la estrategia del «cambio»

Se acabó la «oposición útil». José Luis Rodríguez Zapatero cerró ayer el capítulo de la política de mano tendida al Gobierno que impuso en el PSOE hace tres años. Ahora, a menos de cuatro meses de las generales, toca «vender el producto» socialista y enseñar a la sociedad cuál es la alternativa que ofrecen. Para conseguirlo, el secretario general del PSOE pretende hacer una segunda versión del «cambio» que dio el triunfo a Felipe González en 1982 y ya ha anunciado que impulsará otro cambio «responsable» que busque preservar las cosas bien hechas, avanzar hacia la mejora del Estado del bienestar y acometer las reformas que España necesita. Durante la presentación de las Conferencias Sectoriales sobre los contenidos del programa electoral, Rodríguez Zapatero defendió que la «oposición útil» -que durante 40 meses ejerció y en pocos minutos liquidó- fue un compromiso de «responsabilidad» por el que ha recibido críticas y ante el cual el Gobierno «no ha estado a la altura». Recordó que impulsó el Pacto Antiterrorista, cerró el Pacto por la Justicia y ofreció hasta tres veces otro para la inmigración. Y también actuó con lealtad al «recordar al Ejecutivo que el interés nacional no estaba de su lado» en las reformas educativas, los recortes sociales, la guerra o la gestión del Prestige . El cierre de este capítulo no significa que el líder del PSOE cambie su talante dialogante, rompa pactos de Estado ni modifique su imagen de hombre institucional. Se trata de una nueva etapa política en la que Zapatero busca el pistoletazo de salida a la precampaña y en la que situará el foco en sus propias alternativas y en su programa electoral. Un texto conocido como «el proyecto de los 500», en el que se han implicado unas 600 personas entre socialistas e independientes. El programa se presentará el fin de semana del 17 y el 18 de enero en una gran Conferencia Política previa a los comicios. Diálogo con la sociedad La participación de asociaciones, profesores universitarios, emprendedores, familias y colectivos sin interés partidista fue el factor que destacó el líder del PSOE, que subrayó que se está redactando en diálogo con la sociedad para conseguir un proyecto de gobierno de contenido social e innovador. El «número uno» del PSOE admitió que las cuentas públicas no son infinitas y que por ello «se ha mirado con lupa la viabilidad económica» de sus propuestas. Con este programa, Zapatero tratará de impulsar en 2004 un cambio similar al que en 1982 logró González. Para ello, invitó primero a sus filas a refrescar la memoria histórica de España y recordar lo que los primeros equipos del PSOE hicieron por la consolidación de la democracia y el avance de España. Entonces el partido se encontró un país en el que aún se miraba de reojo a los cuarteles, aislado de Europa, sin la educación, la sanidad y las pensiones públicas. «Queremos ganar en marzo porque el cambio de rumbo de España no puede esperar más» J.L. RODRÍGUEZ ZAPATERO Secretario general del PSOE