Las estaciones leonesas están aún lejos de los certificados de calidad

Las 28 estaciones de esquí españolas asociadas a Atudem, entre las que se encuentran las leonesas de Leitariegos y San Isidro, dieron el año pasado unos resultados más que positivos, teniendo en cuenta que el invierno tuvo una media de 98 días para la práctica del esquí, sobrepasando los 100 días de explotación el 75% de las estaciones: la que más, 156 días, y la que menos, 57 días. Para uso turístico se registraron una media de 64 días, según los datos que maneja la asociación. El número de usuarios en las 28 estaciones, incluyendo esquiadores y no esquiadores, arrojó una cifra de 6.133.744, un 11,8% más que en la temporada anterior. Conjuntamente, las estaciones ofrecieron 5.517.013 jornadas de esquí frente a las 5.067.557 de la temporada 2001-2002; jornadas de uso turístico, un total de 544.525, mientras que en el año anterior fueron 418.768. La temporada de invierno fue «notablemente superior» a la anterior. Dependiendo de las zonas, en general puede considerarse «entre positiva y buena», se admite en la memoria anual. El año se caracterizó por una continuidad en las precipitaciones en forma de nieve, que dejaron notables espesores en la mayoria de las estaciones a lo largo de todos los meses invernales, espesores que se conservaron hasta primeros de mayo, cuando finalizó la temporada. Desde que en 1999 el Instituto para la Calidad Hotelera Española (Iche), con la colaboración de la Atudem desarrollara una norma de calidad específica para las estaciones invernales, la mayor parte de los dominios esquiables apostaron por la mejora en la gestión y las instalaciones. En el contenido de esta norma se encuentran puntos semejantes a algunos de las normas ISO 9000, tales como responsabilidades de la dirección, sistema de calidad, auditorías internas, etcétera. Incluye, además, otros elementos acerca de las pistas y los remontes (señalización, estado, información,...), accesos, servicios complementarios (guarderías, escuelas,...) o actividades de presquí. Todo esto diferencia de manera notable los referenciales o normas de certificación, que en León de momento son inexistentes.