Este transporte emplea a casi 6.300 trabajadores y podría absorber un 20% más «con mejores condiciones laborales»
Las empresas demandan en León cien conductores para el sector mercancías
El 2% de los inmigrantes encuentran empleo en el transporte terrestre
«No nos oponemos a que vengan trabajadores de fuera, pero está claro que van a trabajar por lo que les den» PEDRO ALLER FERNÁNDEZ Secretario regional de Transportes de UGT El transporte terrestre da empleo a casi el 2% de los inmigrantes que cotizan a la Seguridad Social en León, lo que supone cerca de 80 trabajadores. Se prevé que la mano de obra extranjera crezca en los próximos años, en particular en las mercancías de largo recorrido, debido a la «escasa motivación» de los trabajadores nacionales. Los trabajadores extranjeros empleados en este sector han experimentado un gran aumento a nivel estatal desde 1999. Si a finales de este año figuraban como cotizantes a la Seguridad Social 4.433 inimigrantes en la actividad de transporte terrestre, a lo largo del 2000 la media fue de 7.318, 11.450 trabajadores en el 2001 y 14.744 en el 2002. Durante los nueve primeros meses del 2003 la media de cotizantes extranjeros en este sector ha sido de 15.758. Búlgaros, argentinos, colombianos y ecuatorianos son inmigrantes que se encuentran con más frecuencia al volante de un camión. El motivo: existen convenios bilaterales con estos países que permiten homologar sus carnés de conducir profesionales de allí después de una prueba. Además, durante el primer año de residencia en España tienen derecho a conducir con su permiso sin necesidad de homologación. La Asociación de Transportes de la Fele estima que en un centenar el número de trabajadores necesario para dar cobertura a un sector que es «básico en la situación socieconómica» de la comunidad de Castilla y León, subraya la Junta. «Los grandes profesionales se han ido a la obra (como conductores de maquinaria de destierre), reconoce un empresario leonés que emplea a varios búlgaros y argentinos. La edad media de los profesionales del transporte ronda los 45 años, conducen diariamente entre ocho y diez horas y a este tiempo hay que sumar las horas de espera en muelles de carga y descarga. En muchos casos, cuando salen saben el destino de la mercancía que llevan, pero no cuándo ni por donde tendrán que pasar para regresar. 60 horas a la semana «A nadie le gusta estar fuera de casa durante varios días seguidos», alega el presidente de la Asociación de Transporte de la Fele, Agapito Álvarez. Según un estudio de UGT, más del 70% de los conductores trabajan entre 50 y 60 horas semanales y el 15% lo hacen más de 70. En el otro lado de la moneda se encuentran un 12% de los trabajadores que trabajan a tiempo parcial, con jornadas inferiores a las 20 horas semanales. El exceso de jornada generalmente no se refleja en las cotizaciones a la Seguridad Social, se quejan los representante sindicales. Se trabajan diez horas diarias pero se cotiza por ocho. También denuncian la proliferación de trabajadores autónomos que en realidad funcionan como asalariados de las empresas que les facilitan las cargas. El transporte de mercancías es un sector que emplea actualmente en la provincia a casi 6.300 trabajadores -el 40% autónomos- y crece a un ritmo del 5% anual, pero, según UGT, podría absorber hasta un 20% de asalariados más con unas «condiciones de trabajo adecuadas», precisa Pedro Aller, secretario regional de la Federación de Transportes, Comunicaciones y Mar (Ftcm). «No nos oponemos a que vengan trabajadores de otros países, pero está claro que van a venir a trabajar por lo que les den», matiza el sindicalista. Desde la central sindical se reclama «formación» como requisito fundamental en la «modernización de las pequeñas y medianas empresas para poder competir con las grandes». Un sueldo «nada halagüeño» «Antes los trabajadores estaban más motivados porque había una diferencia considerable de sueldo entre hacer transporte de largo recorrido y trabajar en una obra; ahora el sueldo, en comparación, no es nada halagüeño», reconoce el titular de Transportes Pascual Díez. La atomización empresarial -el 61% de las empresas poseen sólo un camión-, el aumento de la competencia como consecuencia de la liberalización del transporte (en Castilla y León entran muchos transportistas portugueses que trabajan con precios más bajos) y el estancamiento de los precios son algunos de los factores que han contribuido a la «decadencia» en que ha entrado el transporte en el último lustro. «Se han mejorado los vehículos, pero todo a costa del precio», precisa otro empresario. Otro problema denunciado por los transportistas autónomos es el uso de las tarjetas blancas de transporte privado para hacer servicios públicos. Es una de forma de «competencia desleal» con la que algunos sortean las dificultades para acceder a las licencias de transporte, señala José Antonio Fernández, de Uniatramc. Pedro Aller concluye que la demanda que se está produciendo de trabajadores extranjeros en la comunidad se debe a que «las condiciones laborales que hay en Castilla y León son bastante pobres» e insiste en que el sector «necesita más profesionales que conductores». Agapito Suárez recalca que «no es verdad que los extranjeros trabajen a mitad de precio» para señalar que el sueldo medio mensual de un trabajador en su empresa, Transportes Hermanos Suárez, es de 1.000 euros al mes y cuando se producen excesos de jornada por necesidades de los transportes un trabajador, español o inmigrante, puede llegar a ganar hasta 1.800 euros. «Los inmigrantes están bien tratados», recalca Agapito Suárez.