León tiene el índice más alto de admisión de órdenes de protección

Los juzgados de León admitieron, desde agosto hasta octubre, el 91% de las peticiones de protección de víctimas de malos tratos en virtud de la orden que permite hacer una petición expresa para que los jueces respondan en un plazo máximo de 72 horas. Sólo el 9% de las 35 peticiones fueron rechazadas, según datos oficiales. En comparación con la comunidad autónoma de Castilla y León y el resto del país el porcentaje de solicitudes admitidos es superior en León. En la comunidad fueron acordadas el 75,8% de las peticiones y de media en todo el país se aprobaron el 75,3%. Como consecuencia fueron adoptadas una serie de medidas penales y civiles que intentan prevenir daños mayores a las mujeres y alejarlas del maltrato. En Castilla y León los juzgados acordaron cuatro ingresos en prisión -la estadística que difundieron ayer fuentes judiciales y políticas no desvela en qué provincias- y un total de 136 órdenes de alejamiento, además de 90 prohibiciones de que el agresor se ponga en comunicación con la víctima y otras 33 respecto a su presencia en determinados lugares. Las órdenes de protección permiten a los jueces acordar medidas de índole civil como la asignación de la custodia de los hijos e hijas, régimen de visitas y uso de la vivienda. En la comunidad se ha atribuido el uso de la casa conyugal a 52 mujeres de las que solicitaron la protección integral, en 60 casos se tomaron decisiones sobre la custodia y régimen de visitas de los hijos y en otros 48 respecto a la manutención por parte de los agresores. Todas las medidas acordadas pueden ser modificadas con posterioridad en el procedimiento judicial ordinario. El juez decano de León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, valoró positivamente la puesta en marcha de la orden de protección tras precisar que los jueces dictan de oficio en muchos procedimientos las mismas instrucciones. «Es necesario coordinar todos los recursos penales y civiles y que se abra una ventanilla única para atender a víctimas» JUAN C. SUÁREZ-QUIÑONES