Diario de León

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La información no circula

El PP concentra en los despachos de Madrid el control sobre la información institucional, a la que resulta lento y muy díficil acceder desde un medio de comunicación provincial

Publicado por
Marco Romero - redacción
León

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Hay ya muy pocos periodistas en las redacciones que vivieran la censura de las autoridades franquistas, un momento histórico al que ayer retrotrajo José Luis Rodríguez Zapatero para vincularlo con la «injerencia» del actual poder político en los medios de comunicación y con la política de comunicación seguida por los gobiernos del PP en los últimos tiempos. El periodista que firma, que es de los que nació sin Franco, sólo conocía hasta ahora una burocracia rígida, controlada y lenta, aunque eficiente, y era en el ámbito militar. Pero las limitaciones para acceder a datos canalizados por la administraciones central y autonómica son cada día mayores. Y para muestra, algunos de los casos ocurridos en esta misma redacción durante los últimos quince días. La conclusión, ya por adelantado, es que la información no fluye, se queda enterrada en los cajones y en las carpetas de los despachos. El primer caso. Se realiza una primera llamada telefónica a la Delegación de Hacienda en León para que su titular facilitase unos datos. Pero este cargo, el más alto de la institución, responde que no puede hablar de nada porque los están centralizados de un tiempo para acá en Madrid. Ajeno a esta decisión, sólo puede dirigirse a los medios cuando en el ministerio le pida que ofrezca una rueda de prensa. El nombre del contacto que facilita es Amparo Estrada. Tras varias llamadas a lo largo de cuatro días, este periódico logra contactar con ella. Se disculpa asegurando que es la única persona autorizada para tratar con los periodistas de todo el país y que, lógicamente, está muy liada. Se le piden los datos formalmente. Una semana después, y debido a la insistencia del periodista, responde: «Estos datos no se pueden facilitar». Argumenta que vulneraría la ley. Vamos, que de ninguna de las maneras y que hasta otra. Segundo caso, esta vez en el Ministerio de Agricultura. También hace más de dos semanas este periódico solicitó unos nuevos datos para iniciar una investigación relacionada con los que se habían pedido a Hacienda. «Es gente que me trabaja muy bien y si no los tienen es porque no los han podido ordenar», es la respuesta de Amelia. Su frase ha sido extraída de una de las cinco o seis conservaciones que se han mantenido con ella. Al cierre de esta edición, los datos seguían sin llegar. El último caso afecta a la Junta. Hasta no hace más de dos meses, la página oficial de Internet incluía la evolución de los datos relacionados con la violencia de género. Se han disparado y, con relación o no, han sido eliminados de la Red. Dos días de trabajo han sido necesarios para conseguir recuperar estas cifras a las que antes se accedía sin problemas. También se espera una respuesta de Medio Ambiente solicitada hace tres semanas. Sólo son tres ejemplos, pero es el día a día del periodismo actual. Recuerda Zapatero que es la política de hace 25 años. Pero que se sepa es de hace medio siglo como mínimo. Ya en 1950 se inventó al periodista gatekeeper , el que evita que se filtre información indeseada para el poder. Esas trabas que se dan en este punto exacto de la cadena comunicacional seleccionan el trabajo y recortan la libertad de expresión.

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