España albergará uno de los centros de control de inmigración de la UE
El Consejo de Ministros de Justicia e Interior (JAI) de la UE que se celebrará hoy designará a España y a Grecia como las sedes de los dos futuros centros de control de la inmigración ilegal marítima, según informaron hoy fuentes del Ministerio del Interior. La designación contempla la creación de instalaciones en Andalucía o Madrid que centralizarán la lucha contra la inmigración clandestina en las aguas del Mediterráneo occidental y el Océano Atlántico. El centro español, según explicaron fuentes comunitarias, tendrán un área de influencia que cubrirá las aguas jurisdiccionales de España, Francia, Portugal y parte de Italia, además de controlar las salidas ilegales desde las costas marroquíes, tunecinas, argelinas y mauritanas. La sede griega, por su parte, será la encargada de coordinar la lucha las mafias de la inmigración marítimas procedentes de los Balcanes, Turquía, Egipto y Libia. Según el Ministerio del Interior, la designación de las dos sedes es parte del «cumplimento de lo dispuesto en el plan europeo de lucha contra la inmigración ilegal y el tráfico de seres humanos», que establece la «puesta en marcha de programa de medidas operativas concretas para el control de puertos y costas, los procedimientos de coordinación y la financiación conjunta». Este programa europeo contra las rutas de clandestinos ya hacía una mención expresa a la importancia de España como «frontera sur» de la UE, un reconocimiento que ahora se ha visto traducido en la designación como una de las dos sedes. La elección de España como centro de coordinación se produce sólo medio año después de que los cinco grandes europeos (Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y España) acordaran en la cumbre informal de ministros del Interior de Jerez de la Frontera (Cádiz) una propuesta para coordinar las fuerzas de seguridad en la lucha contra las redes ilegales partiendo en dos las aguas territoriales europeas. Fue el ministro del Interior italiano, Guiseppe Pisanu, quien propuso crear dos áreas en el Mediterráneo para poner freno a una inmigración que puede servir de «tapadera al terrorismo radical procedente del Zagreb». En un principio, el proyecto situaba el centro de coordinación oriental en Chipre y Malta, mientras que Francia, España ,y en menor medida Italia, serían las responsables de hacer lo propio en el centro y occidente del Mediterráneo.