«Cuando nosotros salimos las leyes eran duras, pero con más orden que ahora»

Los antiguos emigrantes leoneses que vuelven a sus pueblos después de buscar un empleo en el extranjero dicen, incluso, sentirse discriminados respecto a sus colegas que ahora inmigran hacia España desde países africanos, cuyas rentas e ingresos terminan, al final, equiparándose aquí. Según el presidente de la Asociación de Emigrantes Retornados, Alfonso de Barrio, «nuestra salida de España obviamente no se hizo en pateras, pero al regreso tenemos casi los mismos derechos o menos que un ilegal». «No emigrábamos sin papeles y sin un trabajo previo porque estaba rigurosamente prohibido con leyes y controles muy duros, pero aquello era un proceso también mucho más ordenado: los contratos estaban vigilados por los sindicatos, incluían los sueldos mínimos en los convenios colectivos del país de destino, incluso una vivienda digna, se nos obligaba a cumplir el contrato laboral durante un tiempo también mínimo, al menos un año, salvo pena de expulsión, y las cosas funcionaban relativamente bien para los que se veían obligados a hacer las maletas en busca de trabajo: cuanto más clara está la legislación, los traumatismos son menores». La familia de Alfonso de Barrio tiene una larga experiencia de emigración. Sus padres, nacidos en Zamora y en la pequeña localidad leonesa de Villimer, partieron siendo él muy miño a Rio Muni y Fernando Poo, en la antigua colonia española de Guinea, dejándolo a él interno en el colegio leonés de los Maristas. A la vuelta de la mili en 1971 un primo que, a su vez, había llegado hasta Suiza lo convenció para trabajar allí como camionero, camarero y, por fin, oficinista en un centro de asesoramiento a inmigrantes de origen español y portugués por cuenta del cantón de Lucerna, donde dejó dos hijas: «las dos son ya mayores, una sigue allí, otra ha ido a Estados Unidos y no sé si alguna volverá conmigo a España, aunque me alegraría». A sus más de cincuenta años ahora ha vuelto a trabajar en León en tareas de oficina dentro de un despacho de abogados y ofrece desde la asociación de ex emigrantes que preside dos teléfonos para asesorar a sus colegas con problemas para volver a casa: el 987 23 30 30 y el 687 91 91 91. También el apartado de Correos número 844 de León. De Barrio proyecta crear también en pocas semanas su propia página en Internet, tanto para captar nuevos asociados como para ofrecedr ayuda e información a todos los que se encuentran en situación parecida a la suya que en la provincia y en el conjunto de la autonomía se supone por millares, a la espera de una vwentanilla oficial.