El alcalde cesa en el cargo «con la cabeza levantada y con dignidad»
Pasaban unos minutos de las dos de la tarde cuando Ventura Pérez Mariño, tras 168 días en el cargo, tomó la palabra y ofreció su testamento político como alcalde de la mayor ciudad de Galicia. Ya había escuchado a todos los portavoces de los grupos políticos. A ellos, y sobre todo a los ciudadanos de Vigo, quiso lanzarles unos cuantos mensajes. Su despedida fue firme y sentida. Entre los aplausos de buena parte del público presente dijo abandonar el cargo «con pena, pero con la cabeza levantada y con dignidad». En primer lugar dio una explicación de porqué la moción de confianza: «No se puede gobernar de forma indefinida contra la opinión de los grupos municipales cuando se está en minoría». «Lo he heco desde la responsabilidad, con el acuerdo del grupo municipal y bajo mi estricta y exclusiva responsabilidad». Su decisón Pérez Mariño creyó llegado el momento de enfrentarse a la contínua negativa de socialistas y populares a votar sus propuestas. Por eso vinculó la continuidad en el cargo a la aprobación de las tasas e impuestos para el próximo año. Podía haber «agarrado al poder, a la legitimidad de la investidura», pero no lo hizo «porque creo firmemente en la ciudad u los ciudadanos y que hay que buscar en cada momento lo que nos parezca lo mejor para ella». «Yo llegué a la política desde una posición de independencia, he llegado con el fin de defender los intereses de la ciudad, anteponiendo mi conciencia».