Interior da por descabezada ETA con la captura en Francia del jefe fugado
La Policía francesa detuvo ayer a Ibon Fernández Iradi, Susper, etarra que en su momento fue jefe de comandos de la banda terrorista y que ahora se suponía de vuelta a la dirección de la organización, un año después de la espectacular y rocambolesca fuga que protagonizó el 23 de diciembre del 2002 de la comisaría de Bayona, donde esperaba ser puesto a disposición judicial. En la misma operación, las fuerzas de seguridad galas arrestaron a otras dos personas, una de las cuales, a la espera de comprobación oficial, ya está identificada. Se trata de Garazi Aldana. El ministro de Interior, Ángel Acebes, no dudó ayer en dar por descabezada la banda terrorista con esta detención. En torno a las 19.00 horas de ayer la Policía francesa localizó el piso en el que se encontraban los tres etarras, en la localidad de Mont de Marsan. Los detenidos permanecían vigilados por un dispositivo policial desde hacía 48 horas. El ministro del Interior, Ángel Acebes, confirmó la operación. Su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, le informó puntualmente por teléfono de los detalles de la operación. Fernández Iradi fue detenido junto a otro hombre en las proximidades de un garaje. Aldana se encontraba en un piso, donde, según el ministro Acebes, había documentación «muy importante», tanto en soporte informático como en papel. Los dos hombres iban armados y portaban documentación falsa en el momento en que se produjo la operación. La detención de Susper es de gran importancia en la lucha antiterrorista y sirve, además, para reafirmar el compromiso de Francia. Fernández Iradi ya fue arrestado el 20 de diciembre de 2002. En aquella época era jefe del aparato militar de la banda terrorista ETA, en sustitución e históricos de la dirección etarra como José Antonio Olarra y Ainhoa Múgica. Susper fue, junto a Ainhoa García Montero, alias Laia, la cúpula militar de la banda. Ambos estuvieron al frente del mismo apenas tres meses, los que transcurrieron desde la detención de Olarra y Múgica y la de estos dos etarras. Según Ángel Acebes, Susper seguía, tras su fuga, siendo el «jefe de los pistoleros y de los asesinos», al haberse «reincorporado a la dirección en responsabilidades similares» a las que ocupaba cuando fue detenido el 19 diciembre de 2002. Fernández Iradi, ahora, «compartía» la responsabilidad de la dirección de los comandos de ETA.